Esta ‘casa-patio’ flexible combina las formas japonesa y mediterránea de entender una vivienda

Un espacio flexible, fluido, que se alía con el patio (en el que se ubica la cocina) para unir las distintas áreas de la vivienda, antes separadas. ‘Casa H’, en Valencia, es un experimento sobre las nuevas formas de vida, que bebe de las culturas mediterránea y japonesa.
Esta ‘casapatio flexible combina las formas japonesa y mediterrnea de entender una vivienda

“El mayor desafío de Casa H fue el momento en el que tuvo lugar la reforma: justamente, durante el apogeo de la pandemia en 2020. La situación era tremendamente cambiante, y el proyecto se transformaba y se ajustaba casi cada semana”, recuerda la arquitecta Marina Senabre. De aquella mutación constante surge el concepto de este proyecto en Valencia, una casa-patio que “profundiza en la flexibilidad y propone habitar la casa de una forma completamente abierta, donde todos los espacios están conectados entre sí”, en palabras de la profesional.

Milena Villalba

Habitada por una pareja de diseñadores que tienen un taller de serigrafía y editan una revista en torno al café en su propio espacio de vida, Casa H es, además de vivienda, estudio y taller. La reforma, aunque sutil, da respuesta a estas necesidades transformando un antiguo estudio de diseño gráfico.

Milena Villalba

“En el punto de partida, el estudio se dividía en dos grandes estancias separadas por un patio. La intención principal del proyecto es cambiar el concepto: ahora, el patio no separa, sino que une. Con este objetivo, la pieza de conexión es completamente permeable y tiene la dimensión suficiente para albergar no solo un lugar de paso necesario, sino también la amplia cocina, esencial tanto en la vivienda como en el estudio, dotándola así de sentido e intención. El patio y la cocina se convierten, por tanto, en el núcleo de la casa, donde se desarrolla la mayor parte de la vida y desde donde se tiene perspectiva de todo lo que sucede”, añade Senabre.

Milena Villalba

“Es una vivienda donde el exterior se mezcla con el interior, una casa que se extiende hacia el patio y viceversa, le deja entrar en ella”, continúa la arquitecta. Esto se consigue gracias a un sistema de carpintería exterior que se compone de módulos cuadrados en hierro natural formando dos grandes hojas correderas. Al abrirlas, la línea entre la cocina y el patio se desdibuja, resultando imposible determinar dónde acaba una y empieza el otro. El mismo pavimento de hormigón en todas las estancias, además, enfatiza la sensación de continuidad. 

Milena Villalba

“El concepto de casa-patio es muy del Mediterráneo, donde se puede vivir fuera gran parte del año. Pero el hecho de desdibujar la línea entre el interior y el exterior también es muy japonés. Las referencias y la estética japonesas siempre han estado muy presentes en el diseño, ya que los dueños, amigos nuestros desde la adolescencia, son unos enamorados de Japón y su cultura. Por eso, la casa respira una atmósfera muy nipona también, lo que es palpable tanto en la materialidad como en el concepto de la misma”. 

Milena Villalba

Los elementos de aires nipones a los que Senabre se refiere son la combinación de colores neutros y verdes, el pavimento continuo, los cerramientos ligeros y flexibles o la carpintería interior en abedul. 

“La disposición de las zonas de noche se plantea alrededor de una pieza de carpintería que ordena el espacio en torno a ella sin restringirlo”, apunta la profesional. "La circulación es siempre fluida y continua. El concepto de esta pieza reflexiona todavía más sobre las variables en una vivienda, que cambian constantemente en el tiempo: la pieza es efímera y versátil, se puede modificar y trasformar junto con las necesidades de las personas que habitan la casa".

Milena Villalba

“El resultado del proyecto es una vivienda convertible y fluida. Es interior y exterior al mismo tiempo. Es casa, estudio y taller. Es capaz de adaptarse y modificarse en el tiempo. Es Valencia y Japón. Es respeto por lo preexistente y nuevas relaciones entre los espacios. Pero, sobre todo, supone un punto de partida y una oportunidad para idear nuevas arquitecturas”, concluye Senabre.

Milena Villalba

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