Una celosía de madera que articula la reforma funcional y elegante de un piso de los 70 en Madrid
Espacios abiertos, mucha luz, la recuperación de una terraza y un interesante juego de celosías han transformado por completo este piso en Madrid, en la calle Claudio Coello. Ubicado en un edificio de los años 70, la nueva distribución de los espacios ha logrado el aprovechamiento al máximo de los metros cuadrados. “Le damos mucha importancia a esto, así como a la luz natural, por lo que se demolió íntegramente toda la vivienda y se planteó de cero”, explica Mónica Diago, la arquitecta e interiorista a cargo de la reforma. Con ello, se consiguieron tres dormitorios dobles, dos de ellos con baño en suite, así como un tercer baño completo con acceso desde el pasillo, que hace las veces de baño de invitados. Un lavadero independiente, con zona de almacenaje, y una zona común en la que comparten espacio cocina, comedor, salón y zona de lectura, completan esta vivienda que fue reformada para la promotora Lumier y que ya ha sido adquirida por una familia como segunda residencia.
Materiales de calidad y diseños a medida
“Todos los materiales utilizados en los revestimientos de este piso en Madrid son de primera calidad y de los mejores proveedores”, asegura Diago. Así, se ha utilizado madera de roble natural en espiga, de Savia Wood, para el suelo de la zona común y recta para las zona de noche; revestimiento porcelánico en baños de Porcelanosa y griferías de Noken, madera de roble para el panel de telón de fondo de la cocina y encimera porcelánica de Ascale. Con una paleta de colores con blanco, color arena y marrón, combinado con toques puntuales en negro y toques de color en obras de arte y pequeños complementos decorativos, el equilibrio cromático es clave para la atmósfera. “Queríamos conseguir un ambiente relajado, elegante y sofisticado”, explica Diago.
En todo el proyecto, el estudio de Mónica Diago se ha encargado de diseñar algunos muebles, como el diván y cojín de la zona de lectura, la celosía de roble que separa el salón del rincón de lectura, la mesa de mármol travertino de la terraza y toda la cocina junto con el panelado de roble. Además, un cuidado diseño de iluminación pone la guinda al pastel. “Con la elección de luminarias hemos conseguido separar y diferenciar los distintos ambientes. Una iluminación más directa pero también decorativa en la mesa de comedor e isla de cocina, con piezas de Rue Vintage y Aromas del Campo respectivamente; o una pieza icónica de la firma Vibia como punto central del panelado de madera, que actúa como telón de fondo de la zona de cocina. Por otro lado, en los dormitorios se mezcla la iluminación técnica de la firma Onok en la zona de armarios, con un uso totalmente funcional, junto a lámparas y apliques decorativos en las mesillas para una iluminación más indirecta y acogedora”, asegura la arquitecta.