INTERNACIONAL
Conflicto en Siria

La guerra siria se cobra la vida de dos niños al día

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Niños jugando en un refugio en Duma, Guta Oriental, ayer.
Niños jugando en un refugio en Duma, Guta Oriental, ayer. BASSAM KHABIEH REUTERS

El año pasado fue el más devastador para los niños desde el comienzo de la guerra en Siria: más de dos menores murieron cada día en el país durante 2017. Es el peor balance de víctimas infantiles en un conflicto que dura ya más de siete años y que ha tenido un impacto especialmente grave en los más pequeños, cuyos derechos "han sido pisoteados por todas las partes", según ha denunciado este lunes el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

Según las estimaciones de dicha agencia de la ONU, unos 910 niños murieron el año pasado, un 50% más que en 2016. "Pensamos que 2016 había sido el peor año pero en 2017 hubo más muertos", ha lamentado el jefe de coordinación y operaciones en terreno de Unicef en Siria, Gianluca Buono, en declaraciones a Europa Press. Una tendencia que parece mantenerse en 2018, ya que en los dos primeros meses de este año han muerto o resultado heridos al menos un millar de menores debido la intensificación de la violencia. De acuerdo con Unicef, el conflicto bélico es ya la principal causa de muerte entre los adolescentes sirios.

Buono ha destacado como particularmente preocupante la situación en Guta Oriental, bastión rebelde asediado por las fuerzas sirias, así como en la provincia de Idlib y el enclave kurdosirio de Afrín, donde el ejército turco mantiene una ofensiva desde el pasado enero, y también en zonas como Raqqa y Deir Ezzor.

"Estos siete años de guerra han sido brutales para los niños", ha afirmado, denunciado que todas las partes han cometido "violaciones de los derechos de los niños y no han respetado los principios sagrados de protección de la infancia" pese a la especial vulnerabilidad de los menores en un contexto de guerra.

Explosivos y ataques indiscriminados

Unicef detalla que uno de los motivos tras este aumento del número de menores víctimas del conflicto es el uso de armas explosivas y ataques indiscriminados en áreas densamente pobladas, lo que ha hecho que unos 3,3 millones de niños dentro del país estén expuestos a artefactos explosivos, incluidas minas terrestres y municiones sin estallar.

De acuerdo con la agencia, los niños suponen ya una cuarta parte de las muertes de civiles en Siria, pero, además de los fallecidos, al menos otros 360 menores resultaron heridos en 2017. Para muchos de ellos, las consecuencias de estas lesiones son permanentes, resultando en una discapacidad, lo que les deja en una situación incluso más delicada y les expone a una mayor riesgo de sufrir violencia y de no poder acceder a servicios básicos. "En un conflicto, los niños con discapacidad se encuentran entre los más vulnerables", ha remarcado el director regional de Unicef para Oriente Próximo y Norte de África, Geert Cappelaere.

Estos niños "a menudo requieren tratamiento y servicios especializados", ha explicado. Sin embargo, "sin acceso a servicios, escuelas y productos de asistencia, como sillas de ruedas, muchos niños con discapacidad enfrentan un riesgo muy real de exclusión, abandono y estigmatización a medida que continúa este conflicto implacable". En Siria, se calcula que más de 1,5 millones de personas viven con discapacidades permanentes relacionadas con la guerra, incluidas 86.000 personas que han perdido extremidades. Para muchos de ellos, incluidos los niños, la falta de acceso a atención médica y psicológica adecuada ha prolongado o empeorado las lesiones.

Impacto físico y psicológico

Estos siete años de guerra, según Gianluca Buono, tienen un "doble impacto" en los niños: además del físico, para aquellos que han resultado heridos, el psicológico por lo vivido. "Los niños de siete años sólo han conocido la guerra pero también otros muchos que eran muy pequeños cuando estalló como para recordar cómo era la vida antes", ha subrayado.

Actualmente, en el país hay 13,2 millones de personas necesitadas de ayuda humanitaria, de los que 5,3 millones son niños, 200.000 de los cuales se encuentran en las zonas sitiadas y otros 1,2 millones en zonas de difícil acceso, ha indicado Buono.

Además, en estos siete años, 5,6 millones de sirios han buscado refugio fuera del país, incluidos 2,6 millones de niños, principalmente en los países vecinos. 6,1 millones de sirios se han visto desplazados dentro del país por la guerra, de los que 2,8 millones son niños. "Muchos de ellos se han visto desplazados hasta tres o cuatro veces, con el impacto que esto conlleva para sus vidas ya que cuando están recuperando una cierta normalidad y por ejemplo consiguen empezar a ir a la escuela tienen que desplazarse de nuevo por la evolución del conflicto", ha lamentado Buono.

El jefe de operaciones de Unicef ha indicado que la agencia de la ONU sigue trabajando para "intentar ayudar todos los niños del país", si bien se enfrenta a numerosos obstáculos de acceso y está preparada para ofrecer su asistencia si se produjera un éxodo masivo de algunas de las zonas escenario actual de la violencia, como Guta, Afrín o Idlib.

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