Conmoción en Bélgica: la baronesa Myriam Ullens de Schooten muere asesinada a tiros y su hijastro es el principal sospechoso

Todo el mundo la llamaba Mimi. Esta figura clave del mundo de la moda y la cultura belga fue asesinada la mañana del miércoles 29 de marzo.  El principal sospechoso es su hijastro Nicolas Ullens, de 57 años, quien presuntamente la mató en la puerta de su domicilio en Ohain, en la comuna de Lasne, al sur de Bruselas. Tras una reunión familiar, el hombre esperó dentro del coche hasta que Mimi y su marido salieron de la casa y los embistió deliberadamente con su vehículo antes de disparar varias veces a quemarropa, acabando con la vida de Myriam Ullens e hiriendo a su propio padre. El que fuera agente de los Servicios Secretos belgas se entregó a la policía local el jueves, un día después del suceso.

La esposa del barón Guy Ullens de Schooten se había convertido, junto a su marido, en una de las principales figuras de la filantropía belga, muy activa tanto en el mundo del arte contemporáneo como en el ámbito de la ayuda a los niños desfavorecidos. Siempre impecable y elegante, hace once años fundó Maison Ullens, la casa de modas que lleva su nombre. Dos años más tarde, abrió una boutique en la rue de Marignan, en el mismísimo corazón del llamado Triángulo de Oro parisino, a la que siguieron una en Nueva York y otra en Aspen.

A principios de año confió su dirección creativa al diseñador belga Christian Wijnants. Tras conocer la noticia del fallecimiento, Wijnants se pronunció al respecto en su perfil de Instagram: "Tu trágica partida supone una gran pérdida para mí y para muchos otros. Me despido de ti con el corazón encogido y una tristeza extrema". La conocida empresaria y trotamundos también creó en 2004 la Fundación Mimi Ullens para ayudar a pacientes de cáncer, tras sobrevivir a un cáncer de mama. La Fundación prestó atención psicológica y estética a pacientes en el seno de varios hospitales belgas, así como en Suiza y en el hospital Saint Joseph de Marsella.

Una fortuna de casi 3.000 millones de euros

Nacida en 1952, Myriam (cuyo apellido de soltera era Lechien) conoció al barón Guy Ullens de Schootenen en 1991 y se casó con él ocho años después. Dedicó la primera mitad de su vida profesional a la creación de varias empresas del sector de la restauración, entre otras iniciativas empresariales. Por su parte, el barón había hecho fortuna en la industria azucarera, vendiendo en 1989 la refinería Tieremontoise al grupo Suzücker e invirtiendo el resultado de aquella venta en Weight Watchers International. Tras retirarse definitivamente del mundo de los negocios a principios de la década de los 2000, Mimi y él decidieron poner en marcha juntos varios proyectos filantrópicos y humanitarios a través de la Fundación Guy y Myriam Ullens. Juntos también reunieron una de las mayores colecciones de arte chino del mundo. “Ahora que está jubilado, a sus 72 años, se dedica por entero a su colección, estimada en unas 1.300 obras, y a profesarle su amor a su esposa Myriam, que participa de sus aventuras estéticas”, publicaba el diario Le Monde en 2008, aludiendo también a la venta de los dibujos de Turner con la que recaudaron varios millones de euros para financiar el Centro Ullens de Arte Contemporáneo, inaugurado en Pekín en otoño de 2007. La pareja residía en Verbier (Suiza), pero viajaba con frecuencia a Bélgica, donde mantenía numerosas amistades con la aristocracia local. Myriam Ullens mantenía además un trato cercano con la familia real belga. Pocos días antes de su asesinato, publicó por última vez en su perfil de Instagram, celebrando que había recorrido 30 km en bici en Gstaad.

A principios de la década de los 2000, se calculaba que la fortuna de la familia ascendía a casi 3.000 millones de euros. Según muchos medios belgas, se había reducido considerablemente desde que el barón se divorció de Micheline Franckx, su primera esposa. Según RTBF, la fiscalía del Brabante Valón confirma que el asesinato se habría producido por motivos económicos. Asimismo, La Libre Belgique informa de que Nicolas Ullens permanece en prisión preventiva tras comparecer ante el tribunal de primera instancia este lunes. Sus abogados Jean-Philippe Mayence y Dimitri de Beco han hecho las siguientes declaraciones al canal belga de noticias LN 24: "Respetaremos meticulosamente el secreto de sumario. No queremos fomentar un juicio en paralelo a través de los medios de comunicación en un caso tan delicado que afecta a una misma familia y en el que los matices serán de gran importancia".

Artículo original publicado por Vanity Fair Francia. Accede al original aquí.