Otros planes

Gabriel Hernández Walta: "El cómic como medio es joven y está desaprovechado"

CÓMIC

El dibujante Gabriel Hernández Walta atiende a una aficionada en la Metrópoli Comic Con de Gijón. METRÓPOLI

El dibujante español, ganador de un premio Eisner, reflexiona sobre el futuro del industria, los cantos de sirena que llegan del cine y el nuevo papel de los autores en compañías como Marvel

"La materia prima que yo ofrezco no son mis dibujos, ni mi forma de narrar una historia. La materia que prima que realmente piden de nosotros son las ideas"

Al dibujante Gabriel Hernández Walta le pasa como a Javier Bardem. Cuando ganó un premio Eisner, el denominado Oscar los cómics, vio cómo le ocurría lo mismo que al actor cuando ganó la estatuilla: que todos los sitios en los que había vivido lo hacían "suyo". Si el menor de los Bardem era "canario" y "madrileño" cuando ganó el premio a Mejor Actor de Reparto por No es país para viejos, Hernández Walta fue reclamado como "melillense", "malagueño" y "granadino" cuando fue galardonado por su trabajo en La Visión.

"Bueno, está bien", dice con una sonrisa de oreja a oreja en un descanso de su participación en la Comic Con del Festival Metrópoli de Gijón. "En realidad, lo de Melilla fue fugaz. Mis abuelos vivían allí, mi padre vivió allí... Pero yo sólo fui a nacer. Básicamente, he vivido en Málaga hasta los 17 años. Pero lo cierto es que con lo del Eisner, como citaban siempre mi ciudad de origen, provocó que me invitaran a la Melilla varias veces, pero aún no he podido ir. Antes íbamos los veranos, pero ahora hace fácilmente 30 años que no vamos. Y en Málaga sí es verdad que estuve hasta los 17 años, pero en realidad donde más tiempo llevo viviendo es en Granada: mi mujer es granadina, mis niñas también... Pero yo encantado. Si la gente me dice que soy melillense, yo contento. Si me dicen que soy malagueño o granadino, también", confiesa modestamente.

En Melilla precisamente compró un cómic que le marcó intensamente. El Daredevil #11 de Forum. Aunque realmente lo adquirió su hermana: "Yo compré otro que no recuerdo, pero me gustó más el suyo y... lo hice mío rápidamente", dice con sorna. Era el año 1984 y en el tebeo, Daredevil y Elektra se lanzaban hacia el lector con un ninja de La Mano a sus espaldas, todo ello con el trazo de Frank Miller embellecido con las tintas de Klaus Janson. Nacía así una pasión que a día de hoy se mantiene tan intensa como alejada de la nostalgia.

"Creo que se mitifica mucho el pasado", reflexiona entornando sus ojos azul celeste. "Es normal que si tú has experimentado un contacto con los cómics y los quioscos lo extrañes ahora. Pero en realidad, cada generación tiene su forma de acceder a los cómics. A mí me ocurrió con mi hija pequeña que tiene ahora 13 años. Se enganchó mucho con el cómic Dos Espadas de Kenny Ruiz, que había comprado para leérmelo yo. Pero ella desde muy pequeña, cómic que vía sobre la mesa, cómic leía. Y cuando no sabía leer, lo miraba. Lo hacía hasta con Persépolis. Pero Dos Espadas fue el primer cómic por el que mi hija sentía ilusión porque saliera el siguiente. Una vez fui a buscarla con el cómic al colegio y cuando le dije "ha salido el cuarto" se puso tan emocionada como yo cuando era pequeño y salió el primer número de Excalibur, que era un tomo prestigio con el que incluso soñé", recuerda feliz. "Así que a ella le gustan muchos los cómics aunque nunca los ha comprado en un quisoco. Además, en Granada tenemos muchas tiendas de cómics que si yo las hubiera conocido de pequeño ¡habrían sido para mí el paraíso!", asevera.

La familia de La Visión al completo, el gran éxito de Walta. / MARVEL

Abandonar Marvel

Con el éxito de La Visión, Walta se ha convertido en un dibujante muy cotizado por el mercado norteamericano. Pero ahora que está en lo más alto de la industria, y coincidiendo con el ascenso del cazatalentos que lo ficho, C. B. Cebulski , a Editor Jefe de Marvel Cómics... Gabriel Hernández Walta ha dedicido dejar la compañía. "Cebulski me hizo una nota sobre mi trabajo en Doctor Extraño y quería que continuara con ellos, pero hace tiempo que llevaba dándole vueltas a otros tipos de proyectos. De alguna forma, después de acabar La Visión... Es el proyecto que más he disfrutado de todos los que he hecho, junto con El Velo. No sólo por el resultado, sino por lo que ha supuesto para mí. Pero, como autor, si lo pienso fríamente, nunca pensé que me vería en una situación así: pudiendo hacer una serie compacta -aunque un número no lo hice yo- , que fuera una historia cerrada, que todos estuviésemos en sintonía, tanto el editor, como el guionista, como Jordie [Bellaire] la colorista, el rotulista... Fue el proyecto soñado. Entonces, de la misma forma que subes mucho, al momento te das cuenta de que es casi imposible que se vuelva a repetir algo así. Así que pensé que para volver a sentirme igual tenía que buscar algo fuera de lo que era el calendario típico de los superhéroes. Y no sólo por las fechas de entrega, también por los planes editoriales que en cualquier momento te introducen un evento, un cambio de guionista. Sentía que tenía que buscar en otro sitio. Si Marvel o DC me ofrecen un proyecto, yo encantado. Pero mi idea es trabajar en proyectos propios. Con guionistas que me gusten y exclusivos", confiesa.

El Torres, Tom King, Cullen Bunn... Son algunos de los escritores con los que el melillense-malagueño-granadino ha trabajado. Y con quienes le gustaría volverlo a hacer, al menos, hasta que se atreva él mismo con los guiones. "Siempre me ha dado mucha inseguridad dar ese salto. Impone un poco hacer un guion y que no acabe siendo ridículo. Y además, mi mercado es el americano. Aunque en ese sentido no debería haber problema porque el dibujante Declan Shalvey me iba a poner en contacto con un director de cine que conocía traductores de primer nivel que traducen guiones de películas. Por luego surge el problema del tiempo. Mi idea ahora mismo, como paso intermedio entre mis trabajos en Marvel y mi paso a autor completo es elegir guionistas que me gusten y trabajar y aprender con ellos, influyendo en la historia desde el principio, pero sin encargarme de ella al 100 por 100". Y entre los nombres que quedan sobre la mesa, destaca el de Jeff Lemire. "Es un guionista del que me gusta mucho todo lo que hace", añade con una sonrisa maliciosa.

Autorretrato de Gabriel Hernández Walta, cuya otra gran pasión es la pintura. / G. H. W.

Inquietudes como autor

Dejar Marvel significa dejar los superhéroes, el género que más vende en Estados Unidos y en España. Pero a Walta no le preocupa. O al menos no más que lo abandonada que tiene la pintura, su otra gran pasión. Ya sólo hace un cuadro al año, aunque en su próximo cómic, aún secreto, lo está coloreando con acuarela, lo que le permite "un contacto directo con la parte plástica de manejar el color". "El cómic como medio es joven y pienso que está muy desaprovechado", sentencia al respecto. "A veces porque quizá no nos exigimos los suficiente los profesionales, a veces porque... ¡queda tanto por hacer! Pero el cómic no es un medio sólo para hacer superhéroes, en el cómic puedes contar cualquier tipo de historia, en muchos tipos de formatos". En principio, sus intereses, más que en un género en sí, están en la atmósfera de las historias. "Es algo que he descubierto a posteriori, viendo las novelas o el tipo de cine que me gustan. Lo que me atrae mucho es el ambiente cotidiano que tiene algún elemento que chirríe, como un muchacho con mucha fantasía o el terror que surge en un ambiente normal en el que se introduce algo que se sale de la norma. Esa es la forma en la que a mí me gusta asumir los proyectos de superhéroes. Volver a recuperar un poco la extrañeza de que un personaje pueda volar. De alguna forma creo que las claves de esos cómics se han terminado convirtiendo en un género cuando en principio no lo eran. Los tebeos de superhéroes eran adaptaciones de los cómics de aventuras o románticos, como el caso de Spiderman, que no sabía con quién quedarse. Luego peleaba con el Doctor Octopus, pero la dura real era "¿Mary Jane o Gwen Stacy?". La pelea le daba esa nueva dimensión, pero el hecho de que Peter Parker estuviera todo el rato en ropa de calle hacía que cuando se vestía de Spiderman llamará más la atención. O que de repente él estuviera hablando con su Tía May y apareciera Octopus rompiendo una pared... Si estuviera hablando con otros superhéroes no habría nada que desentonara. En ese sentido, más que un género en concreto lo que me atrae son las novelas de Julio Cortazar, de Borges o de Ray Bradbury,donde su realismo mágico es contar lo de siempre de otra manera".

No obstante, en Estados Unidos los editores con los que han trabajado han respetado su forma de ver el cómic, con proyectos que se han ajustado a sus gustos. Eso incluía no tener que dibujar muchas vestimentas superheroicas. "Los editores me han dado proyectos que se ajustan a eso. En la serie de Magneto, él no estaba todo el rato vestido de uniforme. En La Visión todos estaban el 90% o 95% del tiempo vestidos de calle. De hecho no me he aprendido el uniforme que diseñó Daniel Acuña. Se lo dije cuando lo vi en Barcelona: '¡No lo he dibujado lo suficiente para aprendérmelo! Siempre iba en corbata'", comenta divertido este fiel seguidor de distopias comoBlack Mirror.

Portada de 'El Velo', cómic que ya ha recibido varias ofertas para su salto al cine. / DIBBUKS

Laboratorio de ideas

Y hablando de distopias... ¿Qué piensa Walta de quienes aseguran de que el final del cómic de los superhéroes está cerca?. "Como autor he notado que de alguna forma Marvel como empresa se ha liberado del compromiso de vender mucho, porque el beneficio ya lo tienen", afirma rotundo. "Y no sólo por las películas. Ellos sacan 90 cómics al mes. Si hay un dibujante y un guionista por cada cómic son 180 personas teniendo ideas de forma muy baratas. Y eso todos los meses. Es un laboratorio de ideas muy barato. Y es de la propia empresa, así que no tienen que pagar por esas ideas. En cuanto yo me invento a la hija de La Visión, ella ya es de su propiedad". Tras descubrir en su móvil un juego donde aparece ella -"me produjo una mezcla entre orgullo y extrañeza", dice contrariado- su idea de qué es lo que ofrece a una compañía como Marvel ha cambiado. " He descubierto que la materia prima que yo ofrezco no son mis dibujos como en principio pensaba, ni mi forma de narrar una historia. La materia que prima que realmente piden de nosotros son las ideas. En ese sentido, por un lado te produce orgullo y por otro lado dices: 'No estoy sacando nada por ello y lo he cedido graciosamente'. Lo cual es algo que no te pilla de sorpresa, porque cuando firmas el contrato lo sabes".

Aún así, la fuerza del Universo Cinematográfico de Marvel Studios, los dueños actuales de la taquilla mundial, no ha afectado su trabajo. Sí es cierto que la serie de La Visión nació porque el personaje iba a salir en la película Vengadores: La Era de Ultrón. Pero más allá de eso, no influyó en su desarrollo. "No me dieron ninguna lista de aspectos por los que tuviera que parecerse a la película. En ese caso yo nunca he sufrido ningún tipo de presión. Ni en Magneto, ni en La Visión ni en nada", comenta. Lo que acabó sucediendo fue que Paul Bettany, el actor que interpretó al héroe en el cine, acabó aficionándose a la susodicha serie. "Cuando nos dieron el premio nos felicitó. Y quedó de lo más surrealista. Él está casado con Jennifer Connelly, que es la protagonista de Dentro del Laberinto, una película que me gustaba mucho de pequeño a mi, a mi mujer, a mi hija... Y entonces piensas 'puede que mi cómic esté la mesilla de noche del cuarto que Bettany comparte con Connelly...'. En ese sentido resulta extraño, pero en el día a día esto no es ni el 0,1% de mi vida", recalca con modestia.

Pese a la cercanía entre el cómic, el cine y la televisión, Hernández Walta no se plantea moldear su arte para que sea del gusto de los productores. "A mí me gustan los tebeos. De hecho, ahora mismo muchos dibujantes empiezan en los cómics, al igual que hacen muchas editoriales, pensando en la adaptación. Porque ahora mismo es una salida económica. Netflix, por ejemplo, ha comprado Millarworld. Es una burbuja, que seguramente acabará estallando. El guionista Juan Torres y yo hemos tenido muchísimos contactos para hacer una película de El Velo, incluso alguna oferta. Y también por El bosque de los suicidas, aunque esta ya sufrió un extraño plagio", dice en referencia a la polémica película británica The Forest (El bosque de los suicidios), que presentaba sospechosas similitudes con el tebeo. Sea como fuere, Walta tiene una cosa clara: el cómic siempre irá por delante en su arte. "Nunca haré un cómic pensando en su adaptación. Me parece una pena desaprovechar las posibilidades del medio pensando en su traducción. Es más, yo en el mercado estadounidense he dado el paso de estar fuera de un contrato en exclusiva. Pero lo cierto es que el mercado allí es suficiente como para mantenerme, así que tampoco necesito buscar otras vías de ingreso" concluye.