Comparte

Stop Haters: nace la primera asociación española contra el ciberacoso

INTERNET

Interfaz de la web de la plataforma. STOP HATERS

El ciberacoso crece exponencialmente a media que Internet está más presente en nuestras vidas. Cualquiera puede emprender una campaña de odio e intimidación a través de la Red sin mostrar su identidad. Ante esta situación, un grupo de expertos han creado Stop Haters, la primera asociación española sin ánimo de lucro contra el hostigamiento en Internet apadrinada por el Hermano Mayor de España, Pedro García Aguado.

La organización, que tiene como objetivo la asistencia gratuita a todas las víctimas de ciberacoso, está formada por abogados, informáticos y un equipo de psicólogos que asesoran de forma desinteresada a cualquiera que esté sufriendo este hostigamiento que cada vez más personas denuncian. "¿Qué da más miedo, que te acose tu ex marido o alguien que no conoces, no sabes donde vive, ni hasta dónde puede llegar?". Con esta pregunta, la socia de TQ Abogados y presidenta del proyecto, Sara G. Antúnez, reflexiona en conversación con FCINCO sobre la "película de terror" que viven muchas personas por culpa del mal uso de Internet.

Un cambio legislativo, la búsqueda de asesoramiento legal por parte de los afectados y el conflicto social generado en las redes son el caldo de cultivo del que nace esta asociación, que desde que se constituyó, en octubre de 2017, ha venido tratando ya 34 casos, de los cuales siete están en los juzgados. "El objetivo es que nadie se vea sin asistencia, ni se sienta solo", explica Antúnez. La abogada penalista remarca la importancia de visibilizar éste tipo de violencia para escapar de la vergüenza que una situación así genera en muchas de sus víctimas, además de brindar el respaldo de un letrado.

La asociación no tiene ánimo de lucro y se ha marcado como objetivo la gratuidad completa de sus servicios de aquí a un año en la Comunidad de Madrid, si consiguen financiación, para todos los afectados por este nuevo y creciente tipo de acoso. De momento, sólo pueden garantizar la asistencia gratuita a quienes no puedan costeársela. El resto deberá abonar los servicios, eso sí, con el compromiso de que se les cobrará la mitad -o incluso menos, si el caso lo requiere- de sus honorarios habituales.

El "hermano mayor" y vicepresidente de la asociación, Pedro García Aguado, explica a FCINCO por teléfono que la creación de Stop Haters era necesaria por "toda esa gente que está sufriendo este malestar y falta de empatía por parte de las administraciones, que en muchas ocasiones no pueden encargarse de investigar casos que quizá no parecen tan graves, pero que pueden fastidiarle la vida a la gente". García Aguado hace hincapié, especialmente, en el machismo que reina en la Red, y recalca que es necesario "ayudar a todas las mujeres que sufren acoso. La violencia de género va más allá de las calles, está también en las redes sociales".

Esa "falta de empatía" de la que habla el medallista olímpico la defiende también la presidenta, que está buscando financiación para garantizar la gratuidad total de sus servicios y poder generar campañas de concienciación: "Me está doliendo mucho ir a empresas o a la Comunidad de Madrid y, al no hablar de violencia de género ni de bullying, que no nos hagan ningún caso".

Hasta junio de 2015, la legislación española sólo contemplaba el acoso laboral, escolar y sexual, pero a partir de esta fecha, con una reforma del Código Penal se introduce el acoso como tal, lo que da impulso para poder denunciar las situaciones de hostigamiento en la Red.

¿Cómo cazar a un ciberacosador anónimo?

El anonimato que proporciona Internet es el arma principal de los ciberacosadores. Las investigaciones que han llevado a cabo de momento en Stop Haters se han generado desde sus propios perfiles sociales -siempre legalmente-, ya que la policía no da abasto. "El acosador acaba dando la cara sin saberlo", explica la penalista, "bien por error, bien porque son personas del entorno que conocen una información y la muestran en esa red o porque mucha veces el acosador publica lo mismo en su perfil personal que en la que usa para acosar".

Desde que la víctima se pone en contacto con la asociación hasta que se presenta la querella suele pasar una semana, y a partir de ese momento se van aportando las pruebas. Generalmente, es entonces cuando el acosador se acongoja y cesa en su empeño de dañar. En caso de que el troll se encuentre fuera de la jurisdicción de esta reforma legislativa por su situación geográfica, el equipo de Stop Haters ayudará a la víctima a bloquearlo de todas las redes para no volver a saber nada de él, al tiempo que le proveerá de la asistencia psicológica necesaria para que pueda seguir adelante con su vida.

La abogada cuenta, sin dar el nombre de los implicados, uno de los casos de los que se ha hecho cargo la organización: "Un chico y una chica se conocieron por Tinder, quedaron un par de veces y la chica decidió no seguir quedando con él. Se lo dejó bien claro", narra Antúnez, que añade que "no hubo nada" entre ellos. "El chico se obsesionó, y la acosaba por WhatsApp, Twitter, Facebook e Instagram, cambiaba de plataforma cada vez que ella le bloqueaba. De pronto, comenzaron las llamadas de teléfono desde decenas de números distintos, continúa la abogada.

Pero la cosa no quedó en lo digital. Ante la falta de respuesta, "él se enteró de donde vivía ella y comenzó a dejarle notas debajo de la puerta, cosas en el portal, piedras a la ventana,..." "La chica vivía asustada", recalca Antúnez. Ni siquiera después de mudarse pudo la joven deshacerse de su acosador. "De nuevo, él averiguó su nueva dirección y siguió con la misma actitud. Llegó a ponerse debajo de su ventana con música de la que habían estado conversando a todo volumen", cuenta, y sentencia: "La gente que vive acoso, vive auténticas películas de terror".