Cómo decorar con plantas al estilo ‘coastal grandma’

¿Te has planteado redecorar tu hogar siguiendo las prácticas de tu yaya? El estilo ‘coastal grandma’ potencia un modo de vida con la casa en la playa de nuestras abuelas como mejor inspiración. Te contamos cómo decorar con plantas al estilo señora, en el mejor de los sentidos.

Mi abuela tenía un jardín enorme que protegía con el ímpetu de una madre naturaleza (algo más costumbrista, eso sí): glaviolos, alcatraces, claveles y hasta un nisporero que suspiraba en mitad del patio. Acumulaba el agua de la lluvia en cubetas y les contaba todos los secretos que nadie más conocía. Décadas después, muchos nos las vemos y deseamos para que no se nos muera ese último cactus. El ritmo de vida acelerado, las redes sociales o la falta de tiempo suponen un obstáculo a la hora de potenciar ese estilo de vida tan orgánico y relajado que nos inculcaron nuestras abuelas. Una filosofía de vida que hoy encuentra en el estilo coastal grandma al mejor de los aliados.

El estilo coastal grandmother (abuela costera) es una tendencia surgida, paradójicamente, en la red social TikTok. Usuarios zoomers comparten su visión de una vida relajada, marcada por ese paseo al atardecer junto a la playa con una cestita de picnic y horas de confesiones entre plantas. Incluso la propia Diane Keaton, rememorando su papel en la película Cuando menos te lo esperas, hizo alusión a este revival recientemente en su cuenta de Instagram. Si crees que hay una señora en ti que merece ser liberada, no te pierdas los siguientes consejos para decorar con plantas tu casa al estilo ‘coastal grandma’.

La nostalgia vive en el jardín

La abuelita costera no debe confundir este estilo con otros similares como el nórdico o el Japandi igual de cálidas y recomendables. En este caso, vamos a extraer la sabiduría de nuestras abuelas y combinarla con el perfil de la yaya del futuro, es decir, una más sostenible y minimalista. Recréate: eres una señora con casa en la playa, recién jubilada y todo el tiempo del mundo para servir tazas de té en una bandeja vintage, preparar mermelada casera en botes y entregarte al macramé como protesta al fast fashion.

Respecto a las plantas, el estilo ‘coastal grandma’ apuesta por ejemplares que podríamos tener en nuestra casa de la playa al estilo Grace y Frankie: monsteras, cactus pequeños y suculentas, entre otras. Si eres más de flores, las mejores opciones son las azucenas, las rosas blancas o las orquídeas, especialmente en colores suaves que combinen con la paleta cromática de la vivienda.

La primavera es la estación perfecta para ampliar el jardín y volverte algo más abuelita cordobesa a través de flores típicas de patio andaluz como los geranios y las gitanillas. No olvides el espatifilo o lirio de la paz, para purificar el aire; el poto, y su capacidad para trepar hasta los lugares más insospechados gracias a un tutor; o la begonia, planta tropical ideal para poner la nota de color en el salón.

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Jarrones de líneas minimalistas con flores frescas

Otro must del estilo ‘coastal grandma’ reside en la presencia de jarrones de líneas minimalistas con flores frescas en diferentes puntos de la casa. Estas flores pueden proceder del propio jardín, o bien de la floristería del barrio que visitarás a primera hora de la mañana tras hacer cola en la pescadería. Ya sabes, la vida tranquila y ordenada. Y es que una abuelita del futuro conoce la importancia de un salón cozy donde no falten flores desecadas y de temporada en capazos de pleita (esparto) o fibras naturales; coloca recipientes para recoger el agua de lluvia y reproduce una playlist (Mother Earth’s Plantasía, por ejemplo) para despertar a sus pequeñas.

Por último, esta decoración con plantas entiende de dos espacios principales como son el jardín y la zona interior, por lo que puedes jugar con ambas estancias. Recolectar flores frescas del jardín para introducirlas en casa de una forma sutil y minimalista, o recubrir con ganchillo maceteros de lo más originales son algunas de las propuestas. No olvides abrir una botella de vino mientras el sonido del mar invade el salón y tú vuelves a abrir el álbum de fotos bajo una trepadora que se fue de madre. Sí, tu abuela estaría más que orgullosa.