Carlos Rivera habla de su nuevo álbum en la portada de Vogue Hombre

El cantante oriundo de Tlaxcala revela las corazonadas y certezas de su nueva música, en la entrevista para su historia de portada. 
Carlos Rivera el cantante de Digan lo que digan habla de su nuevo disco en la portada de Vogue Hombre noviembre 2022.
Karla Lisker

Escribir es un acto curativo, casi siempre catártico. Diferentes psicólogos han afirmado y documentado el poder de sanación que la escritura ejerce en el alivio de las heridas emocionales. Carlos Rivera lo comenzó a hacer desde muy pequeño, cuando escribió sus primeras canciones en Huamantla, Tlaxcala, el lugar donde nació.

Seguramente, inconsciente en su juventud de las bondades sanadoras de tomar lápiz y papel, él solo buscaba expresarse a través de la música. Esa fue su mejor catarsis al escribir una canción de despedida a su familia, cuando salió de Huamantla a sus 18 años de edad, para dirigirse a La Academia. Su primera gran aventura musical que superaría el número de espectadores en las fiestas familiares, los coros de la iglesia y los concursos de su municipio.

‘Es raro porque nadie de mi familia se dedicaba a eso’. Sin registros de descendencia que le heredaran el don del canto, su talento nato e intuición le abrieron la puerta de entrada a un camino que ya vislumbraba éxitos. No solo como cantante, también como actor y compositor, dotes que hace 18 años, le valieron el primer lugar del reality show de canto. Posteriormente, llegaron las giras internacionales; nominaciones y premios de la industria musical y de compositores; papeles estelares en obras de teatro, entre ellas, El Rey León en México y España, cinco álbumes de estudio, además de su álbum tributo, Leyendas, donde forma duetos con grandes nombres y poderosas voces como José Luis Perales, Armando Manzanero, Gloria Estefan, Rocío Dúrcal, y otros renombrados artistas, así como un nuevo álbum en puerta.

Karla Lisker.

Carlos Rivera es un artista multidisciplinario. Aprecia cada aspecto de su carrera, estar en el estudio, hacer radio y programas de televisión. Sin embargo, él nació para vivir en el escenario. ‘Para mí tiene un sentido espiritual muy grande. Es como entrar a un mundo diferente y eso lo noté desde que era niño. Cuando subía a un escenario todo cambiaba, mi mundo cambiaba y era uno mejor del que yo vivía normalmente, era un lugar seguro para mí. Seguramente hay muchas razones detrás del por qué yo me sentía así, pero es algo que me sigue pasando ahora’. Lo cierto es que dicho impacto ha sido tan solo uno de los motivos por los que ha defendido la batalla de ser quien es hoy. ‘Es como si me sintiera un superhéroe. Me siento con superpoderes y cuando me bajo ya no es igual; sin embargo, me queda la alegría de haber estado arriba’, y aunque ha habido momentos donde todo parece estar en contra, hay algo más profundo que lo ha mantenido de pie. ‘Mi momento me llega cuando la balada no estaba en el top. Me tocó nadar contra corriente, pero vale la pena cuando haces un concierto y ves las caras del público, de cómo lloran y de cómo tú formas parte de su vida. Es ahí cuando vale la pena hacer estas canciones’. Porque mantener su esencia musical le ha traído recompensas.

Siempre he tenido ciertas corazonadas que me llevan a pensar que hay cosas importantes que van a ocurrir, o cosas especiales en mi vida que van a pasar y lucho para que pasen. Irremediablemente, después de que uno trabaja tanto por ello terminan ocurriendo’. Es curioso que hace unos meses Carlos Rivera recordaba el día que se llevó el primer lugar del concurso de canto donde debutó en televisión, ‘una vez soñé con este momento y se cumplió’, fueron las palabras que pronunció al saberse ganador. Él, siguió soñando. Trabajando por trazar su propio camino y creyendo en los valores que están detrás de sus certezas, donde ‘existe la ilusión, la esperanza y la fe’, donde cada experiencia, por más grande o pequeña, ha ocupado un lugar especial en su trayectoria. ‘He tenido esa fortuna enorme de disfrutar cada cosa que me ha pasado en su momento, como lo más grande que he vivido. Cuando estuve en el Metropólitan, soñaba con hacer auditorios y arenas, pero no sabía si lo haría. Nadie sabe cómo viene el futuro, podemos tener corazonadas y certezas, pero al final, como todo en la vida, hay cosas que se pueden quedar solo en un deseo’. Dichas creencias se han solidificado a medida que ha alcanzado madurez e independencia creativa en sus melodías, ‘creo que a partir de que yo empecé a grabar mi propia música, mi carrera cambió por completo. Hay un antes y un después entre los discos que escribí y en los que yo no escribía’. 

Y en vísperas del lanzamiento de su próximo disco, escrito bajo su autoría, los sencillos ya disponibles, Digan lo que digan y Te soñé, en la versión dedicada a Tlaxcala, ofrecen un adelanto de la faceta en la que se encuentra. Una que se despoja, aún más, de la intimidad que se esconde detrás del artista. ‘Lo que siento en este disco es que yo llevaba mi vida de una manera muy privada. He sido muy cauteloso en qué compartir y qué no, especialmente en las redes sociales, es muy complicado. Es como poner en las manos de la gente lo que sea que hagas en tu vida y darles el derecho de opinar. Creo que ahí he sido cauteloso por esa misma razón. Hay cosas que sí he querido compartir, pero hay cosas que no quiero que vean’.

Karla Lisker.

Esa es la manera en la que ha encontrado una protección para su salud mental. ‘Yo la parte de las redes sociales la sobrellevo, porque es algo que tenemos que hacer, pero me cuesta trabajo. Todos tenemos el derecho de elegir qué es lo que queremos compartir y que es lo que no, y en la parte privada sé diferenciarme del artista y la persona, porque si no entonces me volvería loco. Yo creo que tú has visto que hay una cantidad de artistas que estamos padeciendo la parte de la salud mental por las redes sociales. Por esa misma razón yo dividí en dos a mi persona’. 

Aunque en este punto de su trayectoria el vértigo lo estruje con el lanzamiento del álbum que verá la luz en febrero de 2023, donde desvelará una parte más privada de él en cada una de sus letras. ‘Este disco en particular se convierte en una manera de mostrar, todavía más, a Carlos la persona; Digan lo que digan es una canción que no quería escribir porque sentía que confesaba muchas cosas que me habían lastimado en su momento’. Otra de las canciones que conformarán el repertorio de su nuevo álbum, será precisamente la que escribió para su familia a los 18 años antes de partir a La Academia, entre algunas otras más recientes. ‘El disco completo está escrito por ese tipo de canciones que me sinceran del todo’. Porque él sabe que son sus propias anécdotas las que verdaderamente tocan el corazón de su público. 

Karla Lisker.

‘Me siento muy afortunado porque cuando he escrito música, esas canciones han llevado cosas especiales de mi vida. He escrito de todo, de amor, pero también la esperanza, con salir adelante. De pronto, cuando las escribo, me sanan o me ayudan en ese momento’. Ahora, el cantante oriundo de Tlaxcala busca que su audiencia también se enamore de su tierra. Te soñé, el reciente sencillo donde comparte créditos con Carlos Vives, es un canto a las virtudes de su lugar de nacimiento, donde la letra y melodía hacen justicia al orgullo por las tradiciones del poblado, como la procesión de la Virgen de la Caridad, donde kilómetros de tapetes de aserrín de colores y motivos florales se despliegan por las calles, o a las luces del Santuario de las Luciérnagas que iluminan el cielo en los meses de verano. Después de todo, hay algo más allá detrás de la imagen de Carlos Rivera que desdibuja los límites entre la persona y el artista, y es la evidente conexión que el tlaxcalteca crea con su público.

‘Por eso, para mí todos los conciertos significan mucho y me los tomo muy en serio. Nunca sabes quién te puede estar escuchando’, y la historia de esas personas, ‘me hace mucha ilusión cuando te enteras de aunque sea una historia entre miles y de lo que puede llegar a pasar gracias tu música’. Finalmente, en el escenario, Carlos Rivera se convierte en una persona con capa de superhéroe, capaz de desnudar el alma de su público, y sanar sus sentimientos a través de las letras de sus canciones.