CRÓNICA

Este aventurero ha visitado 177 países

Mis 504 días en busca del avión perdido

Gibson, con su camiseta de búsqueda.

"Mi héroe es Indiana Jones". Blaine Gibson persiguió el Arca de la Alianza y halló ruinas mayas

Ahora busca a los 239 desaparecidos del vuelo MH370. Ha rescatado tres trozos del Boeing

ÁLBUM: La aventura del nuevo 'Indiana Jones' en busca del vuelo perdido MH370

Blaine Alan Gibson caza eclipses solares (lleva diez), y es un ávido coleccionista de países. "Ya he visitado 177, me quedan 18 para llegar a los 195 que reconoce la ONU", cuenta a Crónica este aventurero californiano de 59 joviales años, soltero y sin hijos. "Mis héroes son Indiana Jones y Lawrence de Arabia".

Ha visto maravillas, pero ninguna iguala a la emoción que vivió este 27 de febrero cuando encontró en la costa de Mozambique un anodino panel, roto y lavado por las aguas. Porque detrás de ese trozo triangular de 70 centímetros de lado, de fibra de vidrio e interior moldeado en forma de panel de abeja, con la inscripción "No Step" (no pisar), él veía el destino de 239 personas y el dolor de muchas más que aún lloran su ausencia.

Un año de viajes alrededor del océano Índico y miles de euros salidos de su bolsillo cuajaban al fin en un resto concreto, como la copa de Cristo en la última cena, el Santo Grial. Era un fragmento del avión del vuelo de Malaysia Airlines MH370 Kuala Lumpur-Pekín que desapareció en la madrugada del 8 de marzo de 2014 después de que alguien o algo dentro cortó las comunicaciones. Tras cambiar de rumbo y dirigirse al sur, agotó su combustible y cayó en el Índico a unos 1.700 kilómetros al oeste de Australia.

La corriente había arrastrado la pieza que encontró Gibson a 6.000 kilómetros al oeste del supuesto lugar del impacto. Los expertos que dirigen la búsqueda confirmaron que es parte de un estabilizador horizontal de la cola del Boeing 777. Era el segundo resto identificado, después de que el 29 de julio de 2015 apareciera un trozo del alerón derecho de cola en la isla Reunión.

El mayor misterio

Para resolver el considerado mayor misterio de la aviación se activó una búsqueda oficial en el fondo marino y la superficie de un área de 120.000 kilómetros cuadrados.A falta de menos de 10.000 kilómetros para acabar (en octubre o antes), los gobiernos de Australia, China y Malasia acaban de anunciar este viernes que suspenderán la búsqueda, la mayor y más costosa (125 millones de euros) de la historia, si sigue sin aparecer nada en esta área. Conmovido por la falta de respuestas, y crítico con el operativo oficial, Blaine Gibson decidió un día unirse a la búsqueda. En solitario y por su cuenta.

Nació en San Francisco el 21 de abril de 1957 y se crió en Carmel, también en California. Luego estudió Derecho en Seattle y allí se estableció como abogado y aventurero. Recuerda que su primer viaje al extranjero fue a México, cuando cruzó con sus padres la frontera a Tijuana. "Con el instituto fui a España en 1975: Madrid, Granada, Córdoba, Sevilla, Toledo... Entre 1989 y 1992 participé como voluntario en expediciones arqueológicas en Belice y Guatemala para averiguar por qué desapareció la cultura maya. Me encantaba explorar por la selva haciendo de Indiana Jones. Descubrimos, cubiertos de vegetación, un antiguo fuerte y dos pirámides mayas".

Recorrió a principios de los 90 el espacio de la recién extinta URSS. En Siberia "fui en busca de restos del meteorito de 1908 de Tunguska, aunque no encontré ningún fragmento. En Tayikistán, en Asia Central, atravesé las montañas del Pamir". En Afganistán se hizo amigo del líder rebelde antisoviético y luego antitalibán Ahmed Shah Masud. En 2011 se fue a Etiopía a recorrer los monasterios coptos en busca de la mítica Arca de la Alianza.

Pero su mayor aventura ha sido sumergirse desde hace 504 días en "el misterio total" del MH370. "Estaba yo en la casa familiar de Carmel, que iba a vender, repasando los recuerdos de mi niñez, de mi madre, de mi padre, con los papeles tirados en el suelo y la televisión puesta. En la CNN estaban dando la noticia, y me quedé pegado a la pantalla como nunca me había ocurrido. Pensé: "Si yo estuviese en ese avión, o mis padres...", y esa historia se convirtió en parte de mi vida, como los recuerdos de mi infancia que estaba repasando. Reunía lo que me interesaba: la aviación, los viajes, la política, las rutas. Y era un misterio. Vi a las familias en la tele y me dije: "Hay que ayudarlas", rememora.

"Vendí la casa de mis padres, regresé a Seattle, arreglé mis asuntos y menos de un año después me uní a los foros de internet de familiares y aficionados que comentaban la búsqueda". Su trabajo de campo lo inició al cumplirse el primer aniversario, cuando acudió a la conmemoración con los parientes de las víctimas en Kuala Lumpur. Después ha dado la vuelta al Índico. Primero fue a Birmania (o Myanmar), por donde habría sobrevolado el avión si hubiera seguido rumbo norte, aunque luego la interpretación de las señales de satélite indicaron que había girado al sur, al Índico. Allí puso en evidencia, subiéndose a una torre de control, el mal estado de los radares birmanos: o estaban apagados o no funcionaban.

Después voló a las islas Maldivas para entrevistar a pescadores del atolón de Kunahandhoo que contaban que vieron volar muy bajo un avión blanco con franja azul y roja, como el perdido. De allí fue a las islas Mauricio y Rodrigues, donde implicó a autoridades y voluntarios para rastrear en la costa restos del avión.

Peregrinaje

El peregrinaje continuó por la isla Reunión, donde habló con el limpiador de la costa, John Begue, que había encontrado el 29 de julio el primer fragmento confirmado del avión. Su búsqueda lo llevó a continuación a Australia, donde se entrevistó con los jefes del operativo oficial, Peter Foley y Annette Clark, y el viceprimer ministro, Warren Truss.

El científico Chari Pattiaratchi le explicó allí la mecánica de las corrientes que entre un año y medio y dos años después del siniestro arrastrarían los restos del avión hasta África Oriental, entre los grados 28 y 34 de latitud sur. Gibson también sabe de corrientes por sus días como conferenciante sobre expediciones antárticas a bordo de un barco que llevaba turistas desde Punta Arenas (Chile) a la Antártida, cuyo Polo Sur ha pisado.

El científico le había mencionado el canal de Mozambique, entre este país y la isla de Madagascar. Así que, aprovechando un viaje a Malawi y Mozambique para sumar países a su lista, en la mañana del 27 de febrero reemprendió su búsqueda desde el pueblo de Vilanculos. A través del dueño del hotel Varanda, Tony Manna, contrató el barquito de Suleman Junior Valy para ir al banco de arena Panuma, a seis kilómetros de la costa, donde embarrancan objetos arrastrados por el océano. "Me costó 220 dólares alquilar el barco por una mañana. Teníamos poco tiempo, porque con marea muy baja o alta no se alcanza. Salimos a las 6.45. Tardamos una hora en llegar. Llevábamos 30 minutos buscando cuando Junior me señaló la pieza. Estaba en la arena".

Tras probar que la pieza flotaba, Gibson, emocionado pero cauteloso, fue a Maputo, la capital, a entregar la pieza al responsable de la aviación civil mozambiqueña, que se la traspasó a técnicos malayos para su traslado y estudio en Malasia y Australia.

Prudente, dice que su fragmento del avión perdido "no explica qué le pasó, cuándo ni por qué, pero sí puede contribuir a entender cómo fueron sus últimos momentos". Razona que el hacerse añicos implica que el avión se estrelló a gran velocidad: no hubo un amerizaje controlado ni se hundió entero. Gibson defiende que no hay pruebas de que el piloto y el copiloto lo estrellaran aposta. Al contrario que el copiloto suicida-asesino del vuelo de Germanwings, de ellos no consta, subraya, antecedentes anormales.

De vuelta a Kuala Lumpur para el segundo aniversario, muchos familiares se le han acercado para darle las gracias por su dedicación. "Llevan dos años sin saber qué pasó. Quiero encontrar una respuesta para estas familias. Busco la verdad, cualquiera que sea".

Explica a Crónica que ya está dando su segunda vuelta al Índico. "Mauricio y Rodrigues, Maldivas, Madagascar, Malasia, Mozambique, Sudáfrica"... En Madagascar acaba de encontrar entre junio y julio otros nueve posibles fragmentos. ¿Y seguirá incluso cuando acabe la búsqueda oficial? "Absolutamente. Si no encuentran el avión, después de que acabe el rastreo oficial buscaré más que nunca".Él, altavoz de las familias, exige que los países analicen los pequeños fragmentos que está aportando y que no dejen de buscar. Los restos y las corrientes indican que hay que ampliar la investigación "al noroeste" de la zona actual.

Su obsesiva misión ha contribuido a elevar la exigencia sobre los rescatadores oficiales y a que haya más particulares como él buscando (y encontrando) restos en las orillas a miles de kilómetros del accidente. De momento, se ha logrado, dice, que la seguridad en la zona y los protocolos de comunicación mejoren. "No habrá un nuevo MH370".

9 Comentarios

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Yo alucino. Un hombre, por los motivos que sea, se dedica a buscar los restos del avión desaparecido, encima va y ya ha encontrado uno, y los cuatro primeros mensajes de esta noticia son de ¿sospecha, envidia, motivos ocultos etc? Anda y que os den; dejar de criticar a los demás por hacer algo, sobre todo cuando han tenido exito. Un saludo

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Deberías ir por las islas Diego Garcia, unas islas que son de EE.UU una base militar que casualmente no aparecen en Google maps si no lo pones en el buscador

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Digo que normal que se la pegara, si es que para ir de Seattle a Singapur le da por sobrevolar Francia... En serio, ¿no hay nadie menos... artesanal haciendo mapas?

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Normal

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Pues muy probablemente las familias de los desaparecidos sí le están agradecidos porque les ayuda saber del posible destino de éstos.

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Un aficionado al que todos cuentan todo porque es "americano", como los protagonistas de "Dos hombres y un destino". Lo único que este hombre puede aportar es la publicación de un libro -dentro de 2 años, por ejemplo- donde seguirá sin aclarar nada pero con el que recuperará con creces los gastos habidos.

2

Sigo pensando que los viajes de Don Pinpon eran más interesantes y verídicos. Y en los ratos libres este individuo a qué se dedica?.

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Este se ha pegado unas vacaciones del copón con la excusa.