MÉXICO

Campaña electoral en EEUU

Trump visitará hoy México y se reunirá con Peña Nieto antes de su discurso sobre inmigración

El candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump. REUTERS

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El candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, ha confirmado en las redes sociales que este miércoles visitará México antes de su discurso en Arizona, centrado en inmigración y anunciado para las seis de la tarde (hora local).

"He aceptado la invitación del presidente Enrique Peña Nieto", escribió en su cuenta de Twitter el magnate antes de señalar que está deseoso de mantener un encuentro con el dirigente mexicano. Una noticia que también confirmaron desde la oficina presidencial, destacando que el mandatario se reunirá "en privado" con Trump.

A última hora de este martes, el diario 'The Washington Post' apuntaba que se habían producido conversaciones entre el equipo del presidente Peña Nieto y el de la campaña de Trump para concretar el posible viaje -en cuanto a asuntos relativos a seguridad y logística. Apenas unas horas más tarde se concretaba la visita. Peña Nieto explicaba en las redes sociales que creía en el diálogo "para promover los intereses de México en el mundo y, principalmente, para proteger a los mexicanos donde quiera que estén".

El presidente Peña Nieto ha invitado a los candidatos a la presidencia de EEUU a visitar México. Trump será el primero en hacerlo. "No me he visto nunca con él", decía el dirigente mexicano hace unos días al ser preguntado por el magnate y las políticas por las que aboga. Como países vecinos, Peña Nieto sostuvo que buscará "trabajar con quién se convierta en el próximo presidente de EEUU".

Desde que el empresario neoyorquino anunció en junio de 2015 su candidatura a la Casa Blanca, la inmigración ilegal y la construcción de un muro en la frontera sur del país -que pagará México- se han convertido en temas centrales de su campaña.

En su primer discurso 'político' en la Torre Trump, el magnate acusó al país vecino de enviar a Estados Unidos "no a los mejores" sino a "criminales, traficantes de drogas y criminales". Un mensaje que ha repetido -con otras palabras- a medida que avanzaba la carrera en las primarias y también una vez elegido oficialmente candidato republicano a la Casa Blanca.

En las últimas semanas, el candidato republicano ha trabajado su discurso para atraer a los votantes hispanos a las filas republicanas y se ha puesto en duda la 'dureza' de su agenda migratoria. A mediados de agosto, Trump se reunió con destacados representantes de la comunidad latina en su cuartel general, donde supuestamente mostró una postura suavizada sobre la deportación de inmigrantes indocumentados; se estima que en EEUU residen más de once millones (muchos de ellos de origen mexicanos).

El pasado sábado Trump reiteró su idea de sacar del país a los "inmigrantes ilegales criminales" y explicó algunas medidas que implementará para controlar la frontera con México. Entre ellas la construcción del muro desde el primer día en la Casa Blanca. Peña Nieto ha sostenido que México no lo pagará bajo ninguna circunstancia.

Está previsto que a última hora de la tarde del miércoles, Trump concrete sus propuestas en materia migratoria. La imagen del mandatario mexicano con el magnate, horas antes de esta cita, puede resultar beneficiosa para ambos. Dos días después del encuentro, Peña Nieto presenta su cuarto Informe de Gobierno en horas bajas de popularidad.

Reacciones

La noticia de la reunión ha sorprendido en México al tiempo que hace tambalear la credibilidad de ambos líderes, no excesivamente boyante en ningún caso. Ambos políticos saben que se juegan algo más que un café y un apretón de manos. En principio, ya que es el representante de los más de 100 millones de insultados, parece que Peña Nieto arriesga más y así se lo han recordado otros políticos y personalidades del país a través de sus mensajes en las redes sociales, como informa Javier Brandoli.

Peña Nieto deberá medir mucho su lenguaje para no ofender al invitado que puede presidir el país más importante del mundo y el más importante socio financiero de México, pero tampoco para pecar de "malinchismo" y vender el orgullo de su país a quién mas lo ha insultado.

Difícil equilibrio con dos finales posibles: si saca una rectificación de Trump podrá apuntarse que domó a la fiera, pero si el estadounidense no se redime, Peña Nieto será el tipo que invitó al gringo a insultarles con alevosía y gastos pagados. En México, esa afrenta histórica, es una deuda que tiene 170 años.

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