Los nacionalistas suman sus votos a los del PP, C's y ERC para reprobar al Gobierno municipal

Derrocar a la alcaldesa sólo sería posible con un improbable acuerdo entre estas mismas y dispares fuerzas

CiU ha anunciado durante el pleno que hoy se ha celebrado en el Ayuntamiento de Barcelona que iniciará negociaciones con el resto de fuerzas de la oposición para explorar una "alternativa" al Gobierno de Ada Colau. Dicho de otro modo, los nacionalistas se comprometen a intentar urdir una moción de censura contra la alcaldesa de la capital catalana. Algo que, admiten, se antoja muy complicado dada la fragmentación resultante de las últimas elecciones municipales.

CiU -que todavía opera con sus antiguas siglas en el Consistorio de Barcelona- da este paso después de que Colau haya tenido que enterrar en sólo dos semanas dos proyectos capitales: la hoja de ruta del mandato y las ordenanzas fiscales de 2017, en las que quedan fijadas las tasas municipales.

El anuncio los nacionalistas se ha producido después de el grupo municipal que lidera el ex alcalde Xavier Trias haya conseguido aprobar una suerte de reprobación al Gobierno de Colau por sus recientes fracasos gracias a los votos de sus concejales y de los de Ciudadanos, ERC y el PP.

Tras constatar la "derrota" del Gobierno de Colau, Forn ha asegurado que CiU, "como principal fuerza de la oposición con 10 concejales, asume la responsabilidad y el reto de crear una mayoría amplia que sea alternativa al actual Gobierno". "Sabemos que no es fácil, pero no estaríamos a la altura de las circunstancias si eludiésemos esta responsabilidad", ha añadido Forn.

CiU actúa después de que, ayer, el líder del PP en el Consistorio, Alberto Fernández, acusase a la oposición de ser "cómplice" de la parálisis en la que Colau está sumiendo a Barcelona al ni siquiera estudiar un alcalde alternativo.

Hoy el popular ha insistido en su idea y CiU ha recogido el guante, pero la empresa de impulsar una moción de censura con garantías de éxito es altamente improbable. Sería necesario que los cuatro grupos que hoy se han alineado para reprobar a Colau se pusieran de acuerdo para investir a un nuevo primer edil. CiU, ERC, Ciutadans y el PP suman 23 concejales, con lo que rebasan la mayoría, situada en 21, pero sus diferencias ideológicas parecen insalvables para alcanzar un acuerdo de tal calado.

De hecho, tras perder las elecciones, Trias ya se ofreció para ser investido a pesar de tener un concejal menos que Colau. Pero ya entonces su idea fue mayoritariamente rechazada. Ahora se da la circunstancia añadida de que el PSC forma parte del Gobierno municipal, con lo que sus cuatro ediles nunca se volverán contra Colau. Todo queda en manos de CiU, Ciutadans, PP y una ERC dispuesta a bloquear la gestión de la alcaldesa no respaldando sus proyectos, pero difícilmente capaz de sumar sus votos a formaciones contrarias a la independencia de Cataluña para sustituir a Colau.

La CUP también permanece encuadrada en la oposición, pero sus tres ediles ni siquiera han querido participar hoy de la reprobación a Colau y se han abstenido.