VIOLENCIA DE GÉNERO

En El Bierzo

Detenido como presunto autor del secuestro de su ex pareja, a la que puso pegamento en la vagina

Parte médico de la mujer agredida.

El presunto agresor, su ex pareja, ha quebrantado hasta en cinco ocasiones la orden de alejamiento

El juez decidió dejarle en libertad horas antes de que ocurrieran los hechos

A las 23.00 horas del lunes una mujer de 36 años, cuando está a punto de salir de su casa en Fabero (El Bierzo) para pasear al perro, se agacha para atarse el cordón y, en ese momento, se le echan encima dos personas. Ella, según el relato que le contó a su abogada, Emilia Esteban y ésta reproduce a EL MUNDO, se da cuenta en seguida que su ex pareja es uno de los asaltantes y, el otro, es "un chico alto".

"Se la llevan, la meten en un coche maniatada y le tapan los ojos con una media. La llevan a Bembibre, a 25 kilómetros de Fabero. La meten en una bodega o trastero, que es la casa de la madre de su ex pareja y allí le hacen todo tipo de barrabasadas. Le echan un líquido que ella dice que le quema, le dan golpes por todo el cuerpo, pegamento por la parte vaginal. Así hasta las cuatro de la mañana", explica su letrada, que se enteró de los hechos por la llamada de la madre de la víctima.

"Cuando se cansan la meten en el coche y ella escucha decir que la van a poner en las vías del tren, para que la atropellen. Pero al final cambian de opinión, la abandonan semidesnuda y maniatada al lado de una casa en ruinas, donde sólo escucha el ladrido de un perro. Ella empieza a correr sin rumbo y llama a varios timbres de casas hasta que, al final, pudo llegar a una farmacia donde la atendieron y llamaron a la ambulancia, que la condujo al centro de salud, donde las enfermeras tuvieron incluso que dejarle ropa", continúa Esteban con el relato de la mujer.

El parte médico refleja que llegó con claros síntomas de ansiedad y presenta hematomas [...], lesiones en ambas muñecas, lesión en el pubis donde hay restos de pegamento, quemadura de primer grado en el muslo izquierdo, dolor y lesiones en ambos tobillos.

La víctima, tal y como corrobora Emilia Esteban, puso la denuncia en el cuartel de la Guardia Civil, que ha detenido ya a la ex pareja y pasará a disposición judicial. El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 5 de Ponferrada, competente en materia de violencia de género, le tomará declaración. También declarará la víctima, que "está hecha polvo. Destrozada. Intentando descansar, porque le pusieron mucha medicación por la crisis de ansiedad. Ha sido un suplicio lo vivido", reconoce su abogada.

"Un año de calvario judicial"

Según la versión de la abogada y su clienta, el presunto agresor fue denunciado por malos tratos en octubre del año pasado y, desde entonces, se han sucedido las denuncias y los ingresos y salidas de prisión, "porque quebranta siempre la orden de alejamiento. Es un calvario. Tengo cinco tomos de escritos y recursos. Cada vez que este hombre queda en libertad, acosa a mi clienta", afirma Esteban. La primera denuncia la puso un testigo, no la propia víctima. Las siguientes, que son sobre todo por amenazas a través de las redes, ya las interpuso ella.

La última vez que el hombre estuvo ante el juez fue la mañana del lunes, horas antes de que ocurrieran los hechos. "Quedó en libertad el viernes y empezó a usurpar las cuentas de Internet de mi clienta, las de Facebook, Twitter, el correo electrónico y todo. Después comenzó a insultar y a amenazar a la familia y dijo que iba a matar al hijo de su ex pareja, que tiene 12 años. Ante eso, el sábado pusimos la denuncia. Le detuvieron y este lunes pasó a disposición judicial para decidir si entraba de nuevo en prisión o no. Él dijo que no había hecho nada, que alguien se hizo pasar por él y el juez decidió dejarle en libertad, porque como tiene una pulsera electrónica pensó que era suficiente".

La secuencia de los hechos relatados por la letrada refleja que el hombre quedó en libertad a las 15.30 de la tarde. "Y ocho horas después ocurrió el secuestro de su ex pareja", lamenta Esteban, que considera "inconcebible" lo que está pasando. "No es normal que este mismo lunes, en el juzgado de violencia de género se celebrara una nueva vista por el caso, tras saltarse por enésima vez la orden de alejamiento. Acusación y Fiscalía pedían la vuelta a prisión del hombre, pero el titular del Juzgado decretó su puesta en libertad".

"Se han producido una serie de errores judiciales que han llevado a esta situación. En un año ha habido más de cinco quebrantamientos de la orden de alejamiento. Algunos por amenazas en redes sociales y otros con lesiones graves. Dependiendo de lo que haga va a prisión o queda en libertad. Lleva una pulsera puesta, pero el dispositivo no funcionó", explica la abogada. No obstante, fuentes judiciales de Castilla y León informan a EL MUNDO que "la pulsera no avisó porque la mujer no llevaba el dispositivo de control correspondiente".

La víctima y el presunto agresor fueron amigos durante mucho tiempo y, luego, fueron pareja sólo unos meses, aunque llegaron a vivir juntos. "Pero cuando ella decidió dejar la relación hace un año, empezó el calvario. Tenemos un grave problema y es que una parte de los quebrantamientos de la orden de alejamiento ha sido por redes sociales y él sabe cómo borrar sus huellas digitales. Eso hace que el proceso se alargue muchísimo, porque hay que empezar de cero a recabar pruebas. Lo único que produce es que no se le juzgue", dice Esteban. Mi clienta lo tiene claro. "En cuanto pueda me va a matar", piensa en voz alta.

Las medidas del Juzgado

Según fuentes judiciales, el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 5 de Ponferrada, competente en materia de violencia de género, actuó de la siguiente manera respecto a este caso. Cuando la mujer denunció a su ex pareja por maltrato el juzgado inicia un procedimiento para investigar lo ocurrido, que aún se encuentra abierto y dicta a la vez una orden de protección de alejamiento.

Cuando la mujer denuncia que esa orden se ha quebrantado "el juzgado abre una investigación y envía a prisión provisional al hombre". Su defensa entonces solicita la libertad por falta de pruebas El Juzgado decretó la libertad el viernes pasado e impuso al hombre la medida de llevar una pulsera telemática que controla la aproximación a la mujer.

Ella denuncia el pasado sábado que su ex pareja le ha enviado un mensaje y solicita la prisión. "El lunes se realiza una comparecencia, en la cual no se acreditan las amenazas y, por tanto, el Juzgado no decreta la prisión ya que existe la medida de control telemática. Sin embargo, ésta no avisó de la proximidad porque la mujer no llevaba el dispositivo de control correspondiente".

71 Comentarios

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el titular del juzgado debería pagar por sus errores igual que los demás curritos pagamos los nuestros.

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Parece oportuno que se corrija el estilo periodístico que utilizan algunos redactores. Por ejemplo, utilizar el término "barrabasadas" banaliza el delito, lo vuelve casi cómico, sería algo parecido a usar "los infortunios de la virtud", ó "las tribulaciones de una gallega". Intentemos ser mas cuidadosos. @barrio23 #63 @LaBusqueda #28 @Simonela #38 Simonela dice que "una denuncia falsa siempre es una falta de honestidad, como las que se hacen para que el seguro pague algo". Bochornoso. Estan consideradas delito, otra cosa es que los jueces se lo pasen por donde me callo, mariliendres miles de suicidios te están diciendo.

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@Simonela #65 si puse un cero de mas son 130.000 denuncias anualmente y el 78% quedan sin condena y son por tanto inocentes. Repito los justos no deben pagar por los pecadores y la LIVG hace mucho daño a los inocentes y luego no hay reparaciones como el derecho a que te dejen como te encontraron antes de iniciar el proceso penal por violencia de genero.

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@barrio23 #63 !!!! ????? Se ha debido pasar con los ceros. Un millon trescientas mil denuncias??? Segun sus calculos son ciertas el 20 por ciento: 260.000???? Hombre!!!! Hay mucho c.... Pero esto es demasiado no?

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@Simonela #15 ¿Y porque los justos tienen que pagar por los pecadores? Hay 1300000 denuncias por violencia de genero en este pais cada año...La mayoria son inocentes (Denuncias sin condena) casi el 80% ¿Quien les paga los daños que les ha ocasioonado la LIVG?