El hombre que empezó con una pequeña sastrería y que a día de hoy dirige el imperio de Inditex -que conforma marcas como Zara, Massimo Dutti o Pull & Bear-, a sus 81 años, igualó la tarde del pasado martes al genio de Microsoft como el hombre más rico del mundo. La revista Forbes, que actualiza su lista de los más ricos del mundo a tiempo real, dejó claro que el trono puede cambiar de dueño de un día para otro.

Durante años ha sido Bill Gates el que ha ostentado el título, normalmente sin aparente rival. Pero a las 17:00 horas del martes cambiaron las cosas, cuando la batalla por el primer puesto entre el fundador de Zara y Microsoft quedó en tablas al alcanzar una fortuna de 84.700 millones de dólares (72.076 millones de euros).

Poco después, Gates volvió a a colocarse en su sitio habitual, al agrandar la brecha hasta los 84.900 millones de dólares (72.242 millones de euros). Por ello, Ortega se conformaba a última hora, tras el cierre de Wall Street, con la segunda posición, manteniéndose con un patrimonio estimado de 72.076 millones de euros.

Hay que tener en cuenta que en estos casos la diferencia es muy estrecha, ya que depende de como funcione el valor de las acciones de ambas empresas. Es decir, ni Amancio Ortega ni Bill Gates maneja la cifra de su patrimonio, sino que depende de la oscilación del valor de las acciones. Y precisamente por eso, los puestos podrían volver a variar los próximos días. De hecho, las buenas perspectivas sobre la evolución en bolsa de Inditex podría dirigir al empresario español como el hombre más rico a finales de año.

Es cierto que a finales de julio de este año el dueño de Amazon, Jeff Bezos, ya había superado al líder de Microsoft, cuando el primero llegaba a alcanzar una fortuna de 90.600 millones de dólares (77.400 millones de euros). En ese momento, el empresario español se había asentado en el tercer puesto de la lista-lugar que ocupa a día de hoy Bezos-, con 71.200 millones de euros. En este caso, se siguió la misma dinámica, puesto que unos días después Bill Gates volvía a ser el más rico del mundo.