Pantallas

El secreto de Bayona: "¿Por qué funcionan mis películas?"

Guillem Sartorio

Es el Rey Midas español, uno de los herederos de Spielberg. 'El orfanato' y 'Lo imposible' lograron el premio gordo: recaudar millones y gustar a la crítica.

Ahora estrena 'Un monstruo viene a verme'. Taquillazo a la vista.

Dice que por supuesto que recuerda la primera película que vio en el cine. Que marcó toda su infancia. Que la fue a ver con sus padres y su hermano gemelo, Carlos, el mismo que hace un momento le ha llenado el cuenco del agua a Lois, la perrita que el director lleva a todas partes. El nombre de la perrita es una pista. Porque la primera película que Juan Antonio Bayona (Barcelona, 1975) vio en el cine fue Superman. Y le obsesionó de tal manera que, al poco, estaba dibujando muñecos en las esquinas de los libros para que, al pasar las páginas, pareciese que esos muñecos podían moverse. Tenía cinco años y estaba haciendo cine.

Luego vendría todo lo demás, desde su colección de entradas hasta su intento de estudiar periodismo para, quién sabe, cubrir festivales algún día. Y, por supuesto, el día en que conoció a Guillermo del Toro y el día en que pasó de rodar videoclips para OBK a dirigir su primer cortometraje (Mis vacaciones) y, claro, el día en que cayó en sus manos el guión de El Orfanato. El resto, como suele decirse, es historia, y en su caso, historia del cine.

Hay un póster de La piel dura de Truffaut en el despacho en el que transcurre la entrevista. Brilla el sol, sobre la estantería hay una edición especial de Barbie, la Tippi Hedren de Los Pájaros, y algún que otro oso polar, y los chicos de E.T. También hay un Delorean, y aquí y allá, cactus. Jota -así le llama todo el mundo- parece tenso, acaba de aterrizar, mañana debe estar en algún otro lugar, y Lois no deja de intentar masticar chinchetas. ¿Por qué? Quién sabe. El caso es que va de un lado a otro y Jota, que en un par de semanas estrena su tercer largo (Un monstruo viene a verme) y en enero se plantará en Hawai para rodar Jurassic World II, no le quita ojo.

¿Cómo es para un fan de Spielberg ponerse detrás de, nada menos, que la mítica 'Jurassic Park'?
¿La verdad? Tengo muy claro que es su criatura y lo que haré será tratar de contarla de la mejor de las maneras. Vi Jurassic Park con 17 años y aluciné con los efectos especiales. Recuerdo que cuando vi al primer dinosaurio, me dije: «Ya se puede hacer todo». Fue una revelación.

Admite haberse reunido «más de una vez» con Steven Spielberg, aunque, por momento, «sólo hemos hablado de trabajo», dice. También dice que Steven impone. Le da un sorbo al café. ¿Impone? «Siempre que te reúnes con alguien mítico tienes como que acostumbrarte a verlo, al hecho de que esté ahí, delante de ti. Con los actores también pasa», confiesa.

En Un monstruo viene a verme ha tenido que lidiar con dirigir a Sigourney Weaver, a quien admira por su Teniente Ripley, claro («el primer héroe de acción femenino», dice), pero de quien sobre todo destaca una vertiente dramática «poco explotada». Y que él explota en la película de esa manera tan suya, tan, por momentos, dolorosamente humana.

La historia de la película es la de Connor, un niño que sufre porque su madre está muy enferma y todo en su pequeño mundo repleto de dibujos parece al borde del derrumbe, ¿qué comparte con tus dos obras anteriores obras para considerar que cierra una trilogía?
Están ahí los tres temas que me interesan. El de la relación madre e hijo; el de la infancia o el abandono de esa infancia a la fuerza, y el de la muerte como amenaza o la muerte en el horizonte, lo que permite que la relación se intensifique.
¿Por qué te obsesionan tanto esos temas?
Lo importante no es tanto encontrar una respuesta como la propia búsqueda. Últimamente he estado leyendo a Joseph Campbell y otros estudiosos con la intención de descubrir por qué mis historias han funcionado tan bien. Dónde está el truco. Qué hace que la gente salga de ver mis películas y no pueda dejar de pensar en ellas. Y creo que tiene que ver con lo que Javier Cercas llama «punto ciego», la pregunta no respondida que hace que la historia crezca en la mente del lector. En toda historia tiene que haber espacio para que cada uno se vea a sí mismo y no sólo a los protagonistas.
Connor (un fabuloso Lewis MacDougall), tiene mucho de ti, y el monstruo es, en cierto sentido, el genio creativo, que permite transformar la verdad en relato.
Exacto. Lo que está en el corazón de Un monstruo viene a verme es la idea de cómo la fantasía nos revela más la verdad que la realidad. Las historias nos cuentan cosas que no sabíamos de nosotros mismos. La realidad simplemente es información. Necesitamos las historias para procesar la realidad. Pero las historias son criaturas salvajes, porque la verdad da mucho miedo, la verdad puede provocar terremotos. Y más en el mundo de hoy en el que no importa tanto la verdad como la apariencia de la verdad.
Pero hay algo más que un homenaje a los narradores, a los artistas, en la manera en que se articula la historia y es la idea del legado.
Todos venimos de algún lugar. Creemos ser únicos y un día descubrimos que alguna otra persona, en nuestro pasado, ya había recorrido esos mismos caminos. En mi caso es mi padre, que era muy cinéfilo. Pero no he sido consciente de lo realmente cinéfilo que era hasta hace poco, cuando encontré un diario que llevaba en la mili y cuyas últimas diez páginas eran entradas de cine que había ido coleccionando. Sin saberlo, yo había hecho lo mismo de niño. Y al verlo me di cuenta de que yo venía de ahí. De que había sido mi padre quien me había enseñado a pintar y quien me había comprado mis primeras revistas de cine. De eso también habla la película. De los que han estado ahí antes.

Hace rato que Lois se ha olvidado de las chinchetas, aunque Jota sigue algo tenso, pero sonríe y dice que le gustaría pensar en Un monstruo viene a verme como en una de esas películas que los chavales ven a cierta edad y que les acompaña para siempre. Como a él le acompañaron todas aquellas otras películas: King Kong, El hombre con rayos X en los ojos, El increíble Hombre Menguante. Todas esas películas que, dice, forman parte del rompecabezas de Un monstruo viene a verme.

4 Comentarios

4

Funcionan por las campañas multimillonarias de publicidad que se gastan, en radio, internet, canales de televisión, anuncios por las calles, en el móvil... Cuántas películas infinitamente mejores que las suyas quedan en el limbo por no publicitarlas en ninguna parte, por no estrenarlas siquiera, por sacarlas directamente en DVD. En fin, nada nuevo.

3

Leí el libro en una tarde, corto, emotivo y esclarecedor. Es de esperar que este chico saque adelante la peli de manera estupenda habida cuenta de lo bueno que es como director de cine.

2

No me apasiona Bayona, creo que está sobrevalorado, pero hay que reconocer su mérito.En una industria es de los pocos que consigue beneficios, a éste si se le puede subvencionar.

1

Tengo ganas de ver esta peli, muy buen director :)