La llegada de Dani Ceballos al vestuario del Real Madrid implica una salida. El hasta ahora bético necesita una taquilla en la que cambiarse en Valdebebas y en el Santiago Bernabéu y el que tiene todas las papeletas para vaciar la suya y hacer hueco al de Utrera es James Rodríguez.

El fichaje de Ceballos empuja al colombiano fuera del Madrid, aunque James aún no ha hecho movimientos en esa dirección, la de salida, más allá de la calurosa despedida que se autodedicó en su último partido en el coliseo de La Castellana. Como ha informado MARCA, el 10 blanco no ha comunicado al club de manera oficial su intención de marcharse aunque lo insinuase al término del curso.

Sin embargo, no parece que tenga hueco o que se vaya a sentir un jugador importante a las órdenes de Zinedine Zidane teniendo en cuenta la competencia y los minutos de los que dispuso el curso pasado. Si nada cambia, se deberá incorporar el lunes con el resto de sus compañeros y tendrá billete para viajar a la gira por Estados Unidos.

Aunque parezca una contradicción, James no tiene sitio en el mejor centro del campo del mundo. La idea era que la puerta se abriese primero en sentido contrario, es decir, dejen salir antes de entrar, pero el tiempo ha apremiado en el caso Ceballos y el centrocampista español aterriza en el Madrid antes de que se resuelva el futuro de James. Un futuro que pinta de todos los colores menos blanco.