El Castilla buscaba continuar la estela del primer equipo en su visita a Lezama pero se toparon con la victoria del conjunto rojiblanco (2-1). La derrota deja al filial madridista fuera de los puestos de promoción, en los que llevaban consolidado cuatro semanas. El Athletic salió con ganas de meter en problemas al Castilla. Se adueñó del balón y atrincheró al filial blanco en su campo.
La ausencia de Valverde obligaba a Solari -que cumplía su segundo partido de sanción- a restructurar el mediocampo. Javi Muñoz y Seoane fueron los encargados de desempeñar la función del Pajarito y cumplieron a la perfección, en especial durante el primer acto.
Acostumbrado a jugar en la banda derecha, Javi Muñoz asumió la responsabilidad y tomó la batuta de director. El madrileño estuvo muy fino en el eje de la medular y midió a la perfección cada pase. Obra suya fue el pase que dejaba sólo a Nikos en el área que acabó en penalti a favor del filial blanco. Una pena máxima para olvidar que Enzo Zidane mandó fuera de la meta de Unai.
El Castilla respondió rápido al juego del Athletic y no tardó en igualar la balanza de la posesión. Febas -inició el duelo de mediapunta- retrasó su posición para conseguir una salida más clara de balón y funcionó.
Reseñable, el trabajo solidario del equipo en defensa. La ayuda de Enzo, Seoane y Sergio Díaz impidió que el equipo de José Ángel pudiera manifestar su superioridad por las bandas. El Castilla manifestaba su superioridad en el terreno de juego y fue el primero en sumar en el marcador.
Núñez pasó de villano a héroe en sólo cuatro minutos. El jugador fue el encargado de anotar el tanto del filial madridista en un rechace a un disparo de Achraf. Poco después, en una acción a balón parado el jugador anotó la diana que igualaba la contienda.
El tanto supuso un chute de moral para el Athletic. Tras el receso, los rojiblancos volvieron a la carga. Mismo escenario que durante los primero minutos de partido. Dominio inicial del rival, que en esta ocasión no consiguió desactivar el filial.
Una caída muy notoria del conjunto de Solari en el segundo acto. El único que mantuvo el nivel fue Achraf que demostró todo un despliegue físico durante los 90 minutos. Omnipotente en ataque, cada arrancada suya suponía un desafío para la zaga rojiblanca.
El tanto de la derrota llegó en el 61'. Tarsi se disfrazó de asistente para facilitar con su pase la perfecta definición de Jurgi a la diagonal. Al filial desenchufado del partido se le sumó la lesión de Hermoso, el central estuvo providencial a la hora de anticiparse en los duelos individuales y de cerrar.
La próxima jornada -ya con Solari desde el Banquillo- reciben al Barakaldo y están obligados a ganar si quieren seguir encarrilados en la lucha por los puestos de play-offs.