MEDIO AMBIENTE

Hay casi 300 manadas en toda España

Matar al lobo para salvarlo

Ejemplar adulto de lobo ibérico en un monte mediterráneo. JAVIER MUÑOZ GUTIÉRREZ / ALAMY

El lobo, motor del cambio

El lobo ibérico (Canis lupus signatus) está estrictamente protegido al sur del Duero. Y en lo que va de año, el Gobierno de Castilla y León ya ha sentenciado a muerte a seis ejemplares en ese territorio señalado como santuario de la especie por la normativa europea. En cambio, al norte del río este animal está considerado como cinegético y cada año se establece en la normativa autonómica el número de ejemplares que los cazadores podrán abatir esa temporada. En toda la comunidad autónoma hay censadas 179 manadas y el cupo para este ejercicio es de 143 ejemplares (además de los seis que se abatirán al sur del Duero). En Asturias, la especie ni está protegida ni es cinegética. Pero el Gobierno autonómico ha establecido un cupo para este año de 45 ejemplares, que se podrán abatir en batidas de otras especies como venado o jabalí. Ya se han matado a 18 de ellos. Y mientras tanto, en otras regiones, como en Andalucía, donde la especie roza la extinción -si es que no se ha extinguido ya-, expertos y autoridades ya comienzan a plantear la necesidad de reintroducir lobos en Sierra Morena.

El hecho de que el Ministerio de Medio Ambiente aprobase en 2005 una Estrategia Nacional de Conservación del Lobo Ibérico hace pensar a mucha gente que se trata de una especie protegida, como las aves rapaces, el oso pardo o el lince ibérico. Pero el mosaico regional y las distintas realidades existentes en cada territorio reflejan una realidad muy distinta. El experto norteamericano David Mech, investigador del Servicio Geológico de Estados Unidos y de la Universidad de Minnesota, lo resume a la perfección con una sola frase: «La gente no entiende que a una misma especie haya que protegerla en unos lugares, controlarla en otros y reintroducirla en otros, pero esa es la realidad del lobo».

Una Proposición No de Ley, presentada en la fallida legislatura pasada por el Grupo parlamentario de Podemos, En Comú Podem, En Marea y Equo, pidiendo la protección total del lobo en todo el Estado español ha puesto sobre la mesa el debate y las reacciones no se han hecho esperar. El lobo siempre despierta las mayores pasiones. Pero casi siempre apela a emociones muy polarizadas. Es al mismo tiempo una fiera temible y un símbolo de la libertad de la vida salvaje. Sin embargo, con el lobo casi nada es blanco o negro. Mientras los ecologistas abogan por su protección total y los ganaderos luchan por que se cacen más ejemplares -incluso en lugares donde está protegido- algunos conservacionistas y científicos ya han levantado la voz para dar una visión menos polarizada. En su opinión, es necesario hacer una gestión más fina que controle sus poblaciones en aquellos lugares donde causa daños al ganado y genera una elevada conflictividad social y también hay que proteger a la especie -o reintroducirla- en otros lugares donde tiene un importante papel ecológico y no.

«Es posible controlar las poblaciones de lobos para minimizar las depredaciones sobre el ganado y seguir manteniendo una población viable de la especie. Es lo que nosotros hacemos en muchos estados, incluido Minnesota», explica a EL MUNDO el propio David Mech. Y en la misma dirección apuntan algunos de los mayores expertos españoles. «La ultraprotección del lobo es una postura poco realista», opina Juan Carlos Blanco, miembro de la Iniciativa de los Grandes Carnívoros para Europa de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, por sus siglas en inglés). «Es verdad que hay sitios donde hace mucho daño. No es descabellado hacer un poco de control poblacional», asegura.

Sin embargo, estas extracciones -como las denominan de forma eufemística las administraciones- no pueden hacerse de cualquier forma, algo que reclaman desde hace tiempo científicos y técnicos de campo. «Debería hacerse una gestión más técnica con controles puntuales conducidos con criterios técnicos y no batidas aleatorias como se hace ahora», asegura Pablo Pérez, vicepresidente de la Asociación de Guardas del Medio Natural del Principado de Asturias.

«No me parece razonable una protección absoluta, pero hay que tener claros los criterios técnicos. Hay gestiones en España que se hacen por cuestiones ideológicas o partidistas», asegura Blanco. Se refiere en concreto a Castilla y León, que tiene una «merecida mala fama» entre los conservacionistas consultados por este diario. «Que se cacen más de 25 lobos en Riaño, que linda con Picos de Europa y donde apenas causa daños, es un concepto cinegético trasnochado, una provocación cinegética que lleva a cazar lobos dentro del Parque Nacional. Esas exageraciones impiden que mucha gente apoye sus medidas en zonas donde el lobo sí hace daño», explica Blanco.

Es el caso de los seis ejemplares del sur del Duero para los que el Gobierno de Castilla León ha pedido autorización expresa a Europa para poder matarlos, ya que en esa zona el lobo está «estrictamente protegido» por la directiva europea Hábitats. En concreto, se ha autorizado la muerte de dos ejemplares en Salamanca, dos en Ávila y dos en Zamora, según fuentes de la Consejería de Medio Ambiente de Castilla y León. Blanco afirma que es cierto que en Ávila y en Salamanca los lobos causan muchos daños, debido a que son territorios de grandes dehesas donde es muy difícil defender al ganado, sin embargo no comparte con la administración la motivación de sus decisiones. «La gestión del lobo tiene una componente técnica y otra política que no es razonable, y ese es el caso de Castilla y León», afirma.

No obstante, la visión del control técnico del lobo choca frontalmente con la visión que defienden los grupos que llevaron la protección total del lobo hasta el Congreso delos Diputados el pasado mes de abril. «¿Qué diría la gente si se desprotegiera al águila imperial y se pudiera cazar?», se pregunta Luis Miguel Domínguez, presidente de Lobo Marley. «Pero no sólo las águilas perdiceras o aguiluchos o todas las víboras... la rata de agua también está protegida por ley y el lobo no. Sólo se trata de poner en valor al rey de la fauna española. Protegerlo igual que a un alcaraván o a una avutarda.No es una cuestión científica, es una cuestión filosófica», dice Domínguez. "No es sólo una cuestión de cantidad, sino de calidad, de calidad genética de las poblaciones de lobo que ya pasaron por un cuello de botella importante en los años 70", asegura.

Desde Lobo Marley afirman que el lobo causa daños al 0,7% de la cabaña ganadera de España. «¿Por ese pequeño porcentaje vamos a poner en riesgo a una especie como el lobo? Al lobo se le extingue con el control de poblaciones», opina su presidente.

Pero los ganaderos, quienes conviven con el lobo, no quieren ni oír hablar de la protección total, incluso aquellos más ligados al mundo de la conservación y con una visión más moderna del campo español. Xuan Valladares es doctor en Biología y secretario de Asturias Ganadera y vicepresidente de la Federación Estatal de Pastores y recuerda cómo tardó más de 10 años en reconocer que el lobo y el ganado extensivo so incompatibles en algunas zonas rurales: «Mi espíritu conservacionista me impedía reconocerlo».

Cuenta cómo algunos de sus colegas pierden 100 cabras al año a pesar de tener 10 mastines para proteger el rebaño y que conoce ganaderos que han abandonado el campo por el lobo. «El lobo tiene su sitio, pero en Asturias no puede ser como especie protegida», afirma Valladares.

Las indemnizaciones por daños al ganado eran hace años la promesa de la paz social en el monte español. Y, sin duda, han ayudado. De hecho, el Gobierno de Castilla y León acaba de reducir el tiempo de espera para recibir el pago a una media de 15 días para los ataques producidos al sur del Duero como una medida para apaciguar los ánimos. «En 2015, se pagaron 992.237,05 euros en daños causados sólo por el lobo. Y en 2013 y 2014, se superó el millón de euros», explica a este diario Manuel Calvo, director general de Recursos Naturales del Principado de Asturias. «Y en lo que va de 2016, ya se han pagado [a fecha 20 de julio] 392.114 euros», asegura.

Por dar una idea, en Castilla y León un ternero de cinco meses matado por los lobos se paga a 650 euros y una yegua preñada a 845 euros. Los pagos por daños de lobo superan los dos millones de euros anuales en España. Pero los ganaderos aseguran que se paga una cantidad muy inferior a las pérdidas reales. «Según nuestras estimaciones, se deben cobrar en torno al 20% de los daños reales», asegura Valladares. «Los conservacionistas y los ganaderos tienen una visión radicalmente opuesta», reconoce Calvo. «En el Consejo Consultivo del Lobo que hacemos cada año, para los conservacionistas el cupo de extracciones es excesivo y para los ganaderos es escaso. El equilibrio es difícil», opina. Para la mayoría de los expertos y científicos, la clave está en huir de los extremos y de la polarización de opiniones. Y basar las decisiones en criterios técnicos. «La gestión del lobo hay que hacerla a escala muy fina», explica Juan Carlos Blanco.

182 Comentarios

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@NATVERD #151 Deje de mentir de una vez. Jamás el lobo o el oso fueron erradicados de la península Ibérica, jamás. Se lo vuelvo a repetir: JAMÁS. El oso y el lobo siempre han existido en el noroeste de España, en León, Asturias, Cantabria y Galicia. Fueron erradicados de otras zonas, pero jamás de esos lugares. Ya está usted con el copia y pega. Tiene un archivo de comentarios y cada vez que sale una noticia sobre medio ambiente, y sobre todo sobre osos y lobos, copia y pega sus chorradas en cualquier medio de comunicación. Comentarios plagados de falsedades, mentiras, errores y tergiversaciones de todo tipo. Y luego empezará a delirar con que los que contestamos a sus aberraciones somos de una secta y adoramos a no sé qué. Deje ya de hacer el ridículo y sométase al tratamiento que le corresponde.

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@lopezgarridoivan #181 El problema es que el lobo entra en un redil y mata una oveja. Correcto (ejem). El problema es que el resto del rebaño, en lugar de huir se quedan pegando brincos y balando alrededor. El instinto del lobo no está preparado para esto. Es como tentar con más y más viandas a alguien que sólo ha pasado hambre. El instinto del lobo cortocircuita y se pone a matar y matar. No por maldad (las finanzas del pastor se la traen al pairo), simplemente porque tiene un montón de presas saltando delante suyo en lugar de huir. El lobo no está acostumbrado a coger su presa y huir. Más bien a devorarla en el sitio y defenderla. Así que las ovejas junto a él se convierten en una doble provocación. Esto, al pastor le da lo mismo. Sólo sabe que el lobo ha acabado con todo el rebaño, y como en el chiste, eso es francamente molesto. Así que ya la tenemos liada.

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El problema es político. Cuántos votos supone el sector ganadero? sin esos votos no lograrían ser presidentes de C. Autónoma, senadores y diputados. Ganaderos en contra = 0 votos. El sector conservacionista no les vota (coste cero). Dos: cuánto recibe un ganadero de Riaño por mantener la ganadería? sólo por mantenerla, no vender​/producir un animal? ese dinero lo reciben por el lobo entre otras especies. Por ese concepto reciben 25, 50, 70 y hasta 110 mil ¤​/ año. Por decir que viven empadronados en el pueblo y residen en la ciudad. Nadie revisa que cumplan los criterios de las ayudas, mejor la vista gorda. Y muchos se ocupan por tiempo limitado cada día, especialmente en verano cuando el ganado sube a los pastos de montaña, que tiene menor coste y precisan de poca vigilancia.....

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Tres: las Administraciones Ambientales que no hacen verdadera gestión; los funcionarios de Medio Ambiente deberían estar en el campo todo el día!!! y se ahogan entre papeles. Es más fácil pagar màs subvenciones = más votos. Y cuatro los ecologetas que viven de pedir su protección absoluta pero sin proponer soluciones alternativas.

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@casto_rodriguez #176 Estaba respondiendo a otro comentario que calificaba el foro de concurso, pero usted siga a lo suyo... Mejor ser biólogo de quiosco que tertuliano de barra de bar... Para dar por concluido este "debate" les remito a lo citado en el propio artículo: "«Debería hacerse una gestión más técnica con controles puntuales conducidos con criterios técnicos y no batidas aleatorias como se hace ahora». Pablo Pérez, vicepresidente de la Asociación de Guardas del Medio Natural del Principado de Asturias." Venga, ya pueden seguir ustedes repitiendo tópicos hasta la saciedad. Saludos y pasen buena tarde.

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@casto_rodriguez #172 Y luego habla usted de demagogia, el que ha calificado esto de concurso ha sido otro lector, no yo. Se lo repito, hay dos maneras de gestionar el lobo: a lo bruto decidiendo lo que hacer a golpe de titular, o con el criterio de los técnicos. Esto es así se pongan ustedes como se pongan.

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@Conrajoy #166 .jajaja. perdone que me repita. Pero es qye despues del despliegue intelecto cientifico dogmatico en el que ha basado sus intervenciones, lo de los positivos y negativos como refuerzo me parece de descojone...alguien le dijo por ahi que era un biologo de revistas de kiosko, y usted se empeña en darle la razón. ...que crack. Cuentame un cuento y veras........celtas cortos .

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@Spaniem #164 vamos a ser conservadores: una pareja de lobos tiene una camada de tres cachorros al año. ¿por qué no crece indefinidamente el número de lobos? ¿que factor limitante mantiene su número dentro de ciertos límites? Y cuando un lobo se vea afectado por ese factor limitante, ¿no intentará por todos los medios evitarlo? Por si alguien (no creo) no se ha dado cuenta, el factor limitante es la cantidad de recursos disponibles (la densodependencia actúa con valores muy superiores), que se traducen en hambre. Y un lobo hambriento, entre morir de inanición o atacar al ganado (o a un montañero), llegado determinado punto lo tiene muy claro.

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Por el número de comentarios que tiene la noticia, es indudable que el tema nos interesa mucho. El lobo es un animal instalado en el subconsciente colectivo de este país.