TEATRO

Harry Potter, la magia sin fin

Harry Potter (Jamie Parker), su hijo Albus (Sam Clemmett) y su esposa Ginny Weasley (Poppy Miller). CHARLIE GRAY

Este sábado se estrena en Londres una obra de teatro que recupera los personajes de la serie de J. K. Rowling. Ahora son padres y su hijo mediano, Albus Severus Potter, es todo un 'trasto'...

En toda familia con tres hijos hay siempre un niño maldito, que suele ser el del medio. A Harry Potter le llegó el momento de ser padre, y no pudo escapar a la maldición: su hijo Albus Severus, que vino al mundo entre el primogénito James Sirius y la niña mimada Lily Luna, tiene el síndrome del niño sándwich, confundido acerca de su identidad, con problemas de autoestima y con ganas de dar la vara.

Pongamos que Albus Serverus Potter tiene todas las papeletas para convertirse en un adolescente rebelde a su paso por Hogwarts, donde se mide a un temible rival (Scorpius Malfoy) y donde lucha también a su manera con el espectro de su padre, que ahora se ha hecho burócrata y trabaja para el Ministerio de Magia...

Y no vamos a contar mucho más porque nos lo pide muy expresamente J. K. Rowling, en un mensaje que lanzó entre bambalinas y que ahora está colgado en las paredes y en las columnas del Palace Theatre de Londres: "Keep Calm, keep the secrets" ("mantened la calma, guardad los secretos"). El 30 de julio se levanta en el West End el telón de Harry Potter y el niño maldito, después de mes y medio de rodaje y con 175.000 entradas vendidas hasta mayo, aunque hay maneras más o menos mágicas de conseguirlas (al final lo contamos).

1. NO ES UN MUSICAL

J. K. Rowling detesta los musicales, y lo último que quería era ver a su viejo héroe, o a su hijo díscolo, canturreando sobre una escoba mientras juega al Quidditch. "Pero amo profundamente el teatro y nada me parece tan seductor como ver a un actor en vivo", admite la autora, que accedió sin embargo al contrapunto musical e hipnótico de Imogen Heap a las cinco largas horas de la producción dividida en Parte I y Parte II.

"Cuando la gente lo vea,entenderá el porqué de la experiencia teatral y no otra novela", advierte Rowling, autora de la historia original, pero no de la obra teatral que lleva la firma de Jack Thorne y la batuta a la dirección de John Tiffany. Más de tres años estuvo el singular trío dando forma a la obra, mientras la propia Rowling trabajaba en el guión cinematográfico de Animales fantásticos y dónde encontrarlos y en las novelas negras que firma bajo el pseudónimo de Robert Galbraith. A eso se le llama pluriempleo o desdoblamiento de la personalidad...

"Nunca dije nunca jamás a Harry Potter", confiesa la escritora a The Observer. "Hace ya más de una década que puse el The End a las novelas, pero ese mundo imaginario lo sigo llevando conmigo y no me abandona. Amo ese mundo, pero hay otros mundos y me apetece vivir en ellos. Para ser honesta, cuando llegó el momento de dar vida teatral a mi personaje me puse a mí misma una prueba: si lo disfrutas, hazlo, y si no disfrutas, no lo hagas".

El 31 de julio, por cierto, sale a la venta en el Reino Unido Harry Potter and the cursed child (en octubre se publica la edición española en Salamandra). "No es una novela, ni una secuela", ha advertido la propia Rowling. "Se trata de un guión teatral".

2. LA FUERZA DEL DESTINO

En un café de Edimburgo, a mediados de los noventa, una mujer rubia y en torno a los 30 años, escribía frenéticamente un libro con la esperanza de poder pagar al menos la factura de la luz y el alquiler de la casa donde vivía con su hija pequeña. El café del teatro Traverse era de los pocos lugares donde te servían un cappuccino y te podías pasar dos horas sin que nadie te dijera nada...

"Recuerdo que estaba un día con un grupo de actores y vi a aquella mujer escribiendo, con un cochecito de bebé a su lado", recuerda John Tiffany, que con el tiempo conquistaría la gloria teatral con Black Watch y con el musical Once. "Nos llegamos a decir hola... Un año después, cuando se publicó Harry Potter y la piedra filosofal, caí en la cuenta de quién era. Nunca más volvió a pasarse por el Traverse".

El destino quiso que J.K. Rowling y John Tiffany volvieran a cruzar sus caminos casi 20 años después. La productora Sonia Friedman había convencido a la autora para que se embarcara en la resurrección teatral de su héroe y Tiffany era el elegido para dirigir la obra, sobre la marcha se apuntaría Jack Thorne como guionista.

Y aunque durante un tiempo le dieron vueltas a la idea de una precuela, al final pesó más la doble imagen que la propia Rowling dejó esbozada en el epílogo de Harry Potter y las Reliquias de la Muerte. Allí estaba ya Albus Potter (así llamado por su padre en honor a Albus Dumbledore). Y también aparecía ya Scorpius, el hijo del viejo rival de Harry, Draco Malfoy... "Creo que estaba ya muy claro por donde irían los tiros", advierte Rowling.

3. HERMIONE ES NEGRA

Harry sigue llevando sus gafas redondas y Ron sigue siendo pelirrojo, pero Hermione es ahora negra, y eso ha provocado comentarios racistas en las redes. "Por mi experiencia, la gente idiota es aún más idiota cuando usa las redes sociales", palabra de Rowling, habituada a los abusos verbales vía Twitter. "¿Pero qué le vamos a hacer? El mundo es como es... Y la verdad es que Noma Dumezweni fue elegida porque era la mejor actriz para el papel".

En ningún momento en los libros se habla sobre el color de la piel de Hermione Granger, aunque la palidez de Emma Watson en la pantalla grande es imborrable para muchos. La propia Emma, que acudió al teatro en una de las funciones previas, dio su total bendición a su propia versión adulta.

"Encontrarme con Noma y verla actuar fue algo muy emocionante. La compañía me acogió como si fuera de la familia. Ella es maravillosa. La puesta en escena, increíble. La música es bellísima... No sabía qué esperar, y la verdad que el resultado es asombroso".

Para Noma Dumezweni, el reencuentro con la niña que fue tuvo también un punto de emoción. La actriz nacida en Sualizandia, curtida en el National Theatre y especializada en Shakespeare (Mucho ruido y pocas nueces, El sueño de una noche de verano, Antonio y Cleopatra), contribuye a darle la necesaria gravedad teatral. Hermione tiene además en la obra una hija, Rose, también negra.

Quien no ha querido ir al encuentro del Harry adulto (Jamie Parker) es Daniel Radcliffe, que tanto se prodiga por el West End. "Me gustaría ir un día, pero temo convertirme en una innecesaria distracción en el patio de butacas", ha dicho Radcliffe, eternamente perseguido por el Harry niño. "Lo mejor que puedo hacer es intentar verla sin gafas y de incógnito".

4. NO HAY BÚHOS

Aparte de los números de magia en directo, una de las sorpresas más llamativas de la versión teatral de Harry Potter era la presencia real de búhos en medio de la oscuridad. Pero un par de malas experiencias en las funciones previas (los búhos domesticados acabaron perdidos en el auditorio en vez de volver a su rama original), hicieron cambiar de planes a los productores.

Los búhos contaban con entrenador y veterinario entre bastidores, pero la asociación PETA había puesto ya el grito en el cielo y ahora celebra que la versión teatral de Harry Potter siga el camino trazado por El Rey León o War Horse, con el uso de animales artificiales. Una nota advierte a los espectadores que no se usan animales vivos en la obra, y que incluso los que aparecen en jaulas en el escenario son falsos.

Con un pie ya en Broadway, El niño maldito va camino de convertirse en un clásico del West End. "Un golpe maestro de teatro que mejora la historia, en lugar de restringirla", celebra la crítica de The Sun. "Un himno a la amistad y a los adolescentes inadaptados" (The Daily Telegraph). "Los niños roban el show y combinan el drama de los libros y las películas con nuevas sensaciones" (The Daily Mirror).

Más del 90% de los espectadores que ven la primera parte, acuden también a la segunda, y viceversa. "Y pensar que aún quedan más de dos horas de sorpresas. ¡No puedo esperar a ver cómo termina!" (Tariq Kyle). "Yo esperaba las lágrimas y hasta cierto punto las risas, pero no la explosión de las espinillas: ha sido un completo shock", (Rosa Hadjiska). "La puesta en escena es espléndida, la magia es auténtica y la historia te tiene en vilo de principio a fin ¿Qué más podemos pedir?" (Mark Skinner).

5. POTTERMORE

Pottermore da nombre al reino digital de J.K. Rowling, que ha decidido convertir el cometa Harry en toda una galaxia que se expande y se expande. Mientras toman cuerpo los rumores de una versión cinematográfica de El niño maldito, este año llegará también a nuestras pantallas Animales fantásticos y dónde encontrarlos, con Eddie Redmayne en la piel de Newton Scamander.

La acción discurre en Nueva York, en 1926, 70 años antes del arranque de Harry Potter. El director David Yates vuelve a tomar los mandos de la que será al final una trilogía, con la propia J. K. Rowling convertida en guionista de lujo y confiriendo a Scamander el aire de un estrafalario Darwin de la magizoología.

Los animales fantásticos fueron diseñados por el estudio MinaLima, que ha abierto una tienda pop up en el Soho de Londres para todos los que quieran adentrarse en el inquietante mundo pre-Potter. A los pies de la catedral de St. Paul, entre tanto, suelen arrancar los tours por el Londres de Harry Potter, con paradas en los más famosos exteriores de las películas, de la Tate Modern al Borough Market, pasando bajo el puente del milenio.

En la estación de King's Cross, decenas de fans buscan afanosamente todos los días el famoso andén 9 y 3/4. El auténtico Hogwarts Express, zarpa sin embargo de la estación de Euston, rumbo a Watford, donde están los estudios de Harry Potter. Allí podremos sentarnos en el Gran Comedor, caminar por las penumbras del Ministerio de Magia o participar como alumnos aventajados en una clase de preparación de pócimas y hechizos. ¡Abracadabra!

2 Comentarios

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Y JK Rowling sigue ordeñando la vaca del dinero. Lamentablemente, en España no tenemos literatura infantil y juvenil (los "altos escritores" lo consideran un género menor en su prepotencia) y Potter nos parece algo excepcional... pero no es, ni por asomo, lo mejor que hay en ese género en la tradición británica. Ya quisiera Rowling acercarse a la calidad de Roald Dahl, Diana Wynne Jones o el más actual Neil Gaiman. O la alemana Cornelia Funke. Y estos cuatro que menciono... van cambiando de historias, situaciones y personajes. Pueden (o podían) tener una o dos sagas de éxito, pero siempre andaban sacando historias nuevas, en mundos diferentes. No digo que Potter sea malo en ningún momento, y se ha convertido en un maravilloso fenómeno cultural en la era de los móviles, pero no es "lo mejor", tiene muchos personajes y situaciones sospechosamente similares a los de otros escritores y la Sra. Rowling lleva ya explotándolo veinte años...

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Ahhhh...Harry Potter, un auténtico clásico de la literatura (ojo, lo digo sin ironía) Lo recomiendo para niños a partir de 10 años.