Detenido un sospechoso armado con varios cuchillos junto al Parlamento británico y Downing Street

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La sombra del terrorismo ha vuelto a planear sobre Westminster. La policía londinense detuvo a un sospechoso de 27 años, vestido de negro y con una poblada barba, con una mochila cargada de cuchillos y en las inmediaciones del Parlamento, apenas cinco semanas después del atentado del pasado 22 de marzo.

Scotland Yard acusó automáticamente al sospechoso (con pasaporte británico, aunque nacido fuera del Reino Unido) de "cometer, preparar e instigar actos de de terrorismo". La 'premier', Theresa May, felicitó personalmente a los servicios de seguridad y de inteligencia por su capacidad "para estar alerta y velar por nuestra seguridad".

La detención se produjo a las 2,20 de la tarde del jueves, ante la presencia de decenas de turistas que confluyen a diario en las inmediaciones del Big Ben, protegido por barreras de seguridad y vallas desde el atentado perpetrado por Kahlid Masood, que causó la muerte de cuatro personas con un todo-terreno en el puente de Westminster y apuñaló finalmente a un policía, antes de morir abatido a tiros en la plaza interior del Parlamento.

La presencia prolongada del sospechoso en Whitehall, entre el Parlamento y Downing Street, puso en alerta a la policía, que le estrechó el cerco en medio de una discreta pero fulminante operación. El arresto se produjo a apenas treinta metros del trágico escenario del atentado del 22 de marzo.

Ian Grant, vecino de Poplar, al este de Londres, narraba así lo ocurrido en declaraciones a The Daily Mail: "Salí del metro y vi pasar a toda prisa un coche de policía. Paró en seco, salieron dos agentes. Otro agente apuntando con un rifle le gritó: "Policía armada, deténgase". Cuando le gritaron no opuso resistencia. Se llevó las manos a la cabeza y se dejó poner luego las esposas".

"Entonces siguieron llegando policías, hasta formar casi un enjambre alrededor del detenido", relató Grant. Otros testigos advirtieron cómo llegaron a caer de la mochila dos cuchillos: uno pequeño y otro grande y afilado, "como los que se usan para cortar el pan".

Aparentemente, el detenido sufrió heridas una mano, que aparece cubierta con un pañuelo o una gasa en algunas fotografías. Una turista francesa declaró sin embargo a la BBC que no hubo forcejeo y que el detenido estuvo "tranquilo" desde el momento del arresto hasta su traslado a una comisaría del sur de Londres, al cabo de casi una hora.

Scotland Yard informó de la inmediata aplicación de la ley anti-terrorista, aunque no ofreció más detalles sobre la identidad o sobre los supuestos planes del detenido. Según The Daily Mail, el sospechoso era "conocido" por la policía, que no tardó en identificarle y en presentar contra él los cargos como sospechoso de terrorismo. De acuerdo con la BBC, el detenido está en posesión de un pasaporte británico, aunque no nació en el Reino Unido.

El sospechoso, cuya identidad no había sido revelada al cierre de esta edición, pudo haber sido delatado por su propia familia. Según The Daily Telegraph, una llamada a la policía sirvió para alertar sobre sus intenciones. Scotland Yard estaba al tanto de sus movimientos y decidió arrestarle al poco de llegar a las inmediaciones de Westminster.

"Los inspectores de la Unidad Contraterrorista continúan la investigación", informó Scotland Yard en una nota oficial. "Como resultado de este arresto, no hay constancia de la existencia de una amenaza inmediata".

La zona fue en cualquier caso acordonada con las cintas amarillas de la policía. En una mala secuela de la tarde aciaga del 22 de marzo, el cordón de seguridad se extendió alrededor del Parlamento y hasta el puente de Westminster, protegido desde entonces con barreras anti-coche.

En el momento de la detención, el Parlamento británico había decretado la suspensión de sus sesiones ante la inminencia de las elecciones del 8 de junio. Un día antes, sin embargo, la 'premier' Theresa May se midió al líder de la oposición laborista, Jeremy Corbyn, en el turno de preguntas parlamentarias de cada miércoles. Durante el atentado de hace cinco semanas, May tuvo que ser evacuada en un coche de camuflaje de la policía por la puerta trasera del Parlamento.

"Tenemos una gran deuda de gratitud con esta gente que no es siquiera vista y oída", dijo May, horas después del incidente. "Su trabajo, uno y otro día, nos mantiene seguros y es realmente importante". La alerta antiterrorista siguió entre tanto al segundo máximo nivel: "severo" o riesgo altamente probable de atentado. El incidente obligará seguramente a extremar las medidas de seguridad en los actos de la campaña electoral.

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