CRÓNICA

Antoine Leiris, el padre viudo de Bataclán que se niega a odiar a los asesinos de su mujer

Antoine Leiris, padre y periodista que perdió a su mujer en los atentados de París

Antoine Leiris es un periodista cultural que el 13 de noviembre del pasado año perdió a su mujer. Fue asesinada por los terroristas en Bataclan.

Ha escrito un 'Best seller' sobre la tragedia donde relata los doce días posteriores a la masacre. 'No tendréis mi odio'

Es el 13 de noviembre de 2015. 22.37 horas. El pequeño Melvil se queda dormido "sin un ruido. Como siempre que su madre no está en casa. Él sabe que con papá las canciones son menos dulces y los abrazos menos cálidos". Así arranca Vous n'aurez pas ma haine (No tendréis mi odio), el diario en el que el periodista cultural Antoine Leiris narra los 12 días siguientes al asesinato de su esposa, Hélène Muyal, en la sala Bataclan de París. Una noche cualquiera en la que Leiris se dispone a esperarla leyendo una novela de misterio hasta que recibe un mensaje en su móvil avisándole de la ola de atentados que dejaron 130 muertos en la capital de Francia, 89 de ellos en la sala Bataclan, donde Hélène disfrutaba del tristemente célebre concierto de Eagles of Death Metal.

Antoine Leiris enciende la televisión y ve las imágenes del ataque terrorista. Un flash informativo anuncia la masacre del Bataclan. "El fin de la inocencia. No escucho otra cosa en mi pecho que mi corazón tratando de escapar. Esas palabras resuenan en mi cabeza como un eco que parece no terminar jamás. Un segundo como un año".

No tendréis mi odio, un best seller en Francia y en camino de ser traducido a más de 18 idiomas, español incluido, es el relato sobrecogedor de un esposo y padre enamorado de una mujer de 35 años "a la que temía no gustar porque era demasiado parisina, demasiado guapa e inteligente para mí", una sofisticada galerista de arte con raíces en Argelia y Marruecos a la que amaba con locura. Y de repente debe afrontar el futuro solo con un hijo de apenas 17 meses. Un hombre destrozado que tampoco quiere rendirse al odio. Al día siguiente llega el momento más duro: "Hay que decírselo. Pero ¿cómo? Melvil no sabe más que cuatro palabras pero lo entiende todo. "Mamá ha tenido un accidente y no podrá volver". Le cuento una historia de adulto. Es como matarla por segunda vez. Las palabras no son suficientes".

Ocho meses después de los trágicos atentados en París, la dolorosa travesía de Leiris se acaba de repetir en Orlando. Una historia de terror y fanatismo con su propio protocolo luctuoso.

16 de noviembre, 9.30 de la mañana. "Debo reconocer el cadáver de Hélène en el Instituto Médico Legal. Dos hombres me piden que charlemos un rato. Normalmente es un placer compartir un café y compartir un pedazo de la vida de alguien. Hoy soy yo el que está en pedazos". Leiris lucha contra su propio dolor pero también contra el odio: "Tener un culpable a mano, alguien sobre quien descargar la cólera, es una manera de esquivar el sufrimiento. El crimen es odioso y el odio es legítimo. Piensas en los asesinos por no pensar en ti mismo. Te complaces en su muerte para no sonreír a los que han sobrevivido".

Un día después, Leiris publica en Facebook la conmovedora carta que da título al libro: "No tendréis mi odio". Un texto desgarrador en el que dice: "Sólo somos dos, mi hijo y yo. Pero somos más fuertes que todas las armas del mundo. Sólo tiene 17 meses pero comerá con placer como todos los días, jugaremos como siempre y su pequeña vida de niño será feliz y libre. Por tanto, no. No tendréis mi odio", concluye. La vida cambia radicalmente. "Tras la muerte de Hélène, desconocidos del mundo entero me han propuesto cuidar de mi hijo, me han invitado a pasar las vacaciones en las cuatro puntas del planeta, nos han mandado regalos y cheques que no he ido a cobrar". Las madres de los otros niños del parvulario le preparan comidas. "Pero Melvil no ha comido ni uno solo de esos platos. Vacío los tupperwares en la basura y los devuelvo dando las gracias".

"Tengo derecho a ser cínico"

21 de noviembre. "Vértigo de la soledad. Siento vergüenza. Como un niño que juega a hacer de papá pero no conoce las reglas. Tengo ganas de meterme en la cama para esconderme. Melvil me mira todo el rato. No llora. No tiene miedo. Él está aquí. Yo estoy aquí. Somos un equipo". El periodista confiesa su miedo: "Tengo derecho a ser cínico. A despertarme tarde y tener malos días. El derecho a no querer y no ser capaz". No tendréis mi odio es el libro de un padre que está dispuesto a seguir adelante por su hijo, pero también la historia de un hombre hundido: "Después de la muerte de Hélène no hay relato, es el fin de la historia. No hay más que instantes que aparecen por sorpresa. Polaroids de una vida sin aliento. Cuando Melvil se queda dormido, me abandono por entero a los brazos de la oscuridad".

El 25 de noviembre, un día después del entierro, Leiris acompaña a su hijo a visitar la tumba de su madre. "Es un momento que debemos vivir solos". Melvil coge la foto de su madre que su padre dejó el día anterior en la lápida. "Regresa conmigo y me coge de la mano. Quiere que mamá regrese con nosotros a casa. Ella está con nosotros. Somos tres. Siempre seremos tres".

3 Comentarios

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Hace falta mucho valor para escribir esto, yo realmente no podria, de seguro que estaria en el extremo opuesto, por eso hay que quitarse el sombrero ante esta gente.

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Hola Antoine, no leerás mi mensaje y da igual. Pero soy padre de dos ninas y enamorado de mi esposa. Tu fortaleza me ha ayudado a estar un poco más orgulloso de nosotros como personas, incluso en estos tiempos tan inciertos.

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Hay que ser mucho más humano, más inteligente y mucho más valiente para no odiar después de que te suceda algo tan terrible. Gracias por ser así. El mundo sería infinitamente mejor si hubiera más personas como tú, Antoine.